LA CAPITAL. Rosario, junio de 1980

Breviario de Juan de Garay

El 15 de noviembre de 1533, Francisco Pizarro, "a la hora de misa mayor", al decir de los cronistas, hac�a su entrada triunfal al Cuzco, la abatida capital del Imperio de los Incas, Once a�os despu�s llegaba a Lima Blasco Nu�ez de Vela, el primer virrey del Per�.

Hab�a salido de Espa�a al mando de una flota compuesta de 30 nav�os que el 10 de enero de 1544 arribaba a Nombre de Dios.

Con una brillante comitiva de capitanes y togados y oficiales reales, cruz� el istmo hasta Panam� y luego hizo su entrada en Lima, la ciudad de los Reyes. Los vecinos, a pie y a caballo, salieron a recibirle a "dos tiros de vallestra" del pueblo. A la entrada de la ciudad se levantaba un arco de triunfo con las armas de Espa�a, donde le aguardaban con un palio de ocho varas guarnecidas de plata, el Cabildo y los Oficiales del Rey vestidos de largo ropaje carmes�. Despu�s de jurar sobre un Misal, precedido de los maceros, se dirigi� a caballo hasta la Iglesia, donde la clerec�a le acompa�� desde la puerta mayor al altar entonando el ted�um, y "despu�s que ovo dicho su oraci�n fue con el Cabildo y toda la ciudad a su palacio donde fue recibido y hizo un parlamento breve en que contest� a todos".

Entre los oidores que trajo el virrey para constituir la primera Real audiencia en la capital del virreynato, ven�a el Licenciado don Pedro de Z�rate y, con sus familiares, un muchacho de hasta 15 o 16 a�os, sobrino suyo, Juan de Garay, el que andando el tiempo seria el fundador de Santa Fe y el segundo fundador de Buenos Aires.

Juan de Garay era vasco. Su hija Jer�nima de Contreras, mujer de Hernandarias de Saavedra, dice en su testamento, que es "hija leg�tima del general Juan de Garay natural del se�or�o de bizcaya en los rreynos de Espa�a y de do�a ysabel becerra natural de la villa de medell�n en la provincia de estremadura en los dhos rreynos". Gand�a llega a la conclusi�n de que naci� en el caser�o de Garay en Bel and�a, barriada o feligres�a de Ordu�a, de donde siendo muy ni�o pas� con su t�o Pedro de Z�rate a vivir en Villalba de Losa.

La fecha de su nacimiento es tambi�n incierta. Groussac dice que "puede aceptarse como promedio aproximativo para el nacimiento, el a�o 1528, sin mayor precisi�n en la fecha". Para hacer este c�lculo se vale de una "Probanza" fechada en la Plata en el mes de diciembre de 1577 y de una "Informaci�n" levantada en Santa Fe el mes de enero de 1583. En la "Probanza", Garay declara tener cincuenta anos m�s o menos y en la "Informaci�n", cincuenta y cuatro aproximadamente. El mismo Groussac dice que es muy probable que Garay hubiera sido hu�rfano y criado en casa de su pariente, el Licenciado Z�rate. "Triste destino por cierto, si fuera el suyo escribe, el de un peque�o pariente pobre criado quiz�s en el doble sentido de la expresi�n en casa de un legista poco holgado, y por aquellos a�os de rudeza universal, en que las gentes eran tan �speras como las cosas".

En el Per� pele� junto al Estandarte contra los rebeldes de Gir�n. En la poblaci�n del Tucum�n, acompa�� a Juan N��ez del Prado. Por Atacama, abri� el paso al Capit�n General del Reyno de Chile, Garc�a Hurtado de Mendoza. Asisti� a la poblaci�n del valle de Tanja. Actu� junto al Capit�n Andr�s Manso en su entrada a los Ch�riguanos y en la fundaci�n de Santo Domingo de la Nueva Rioja y con Nuflo Chaves fund� Santa Cruz de la Sierra, donde vivi� como uno de los vecinos de m�s predicamento y mayor prestancia.

Hab�a sido uno de los principales capitanes en la fundaci�n de esta ciudad donde de ordinario "sentaba a su mesa a diez o doce soldados -dice un documento de la �poca- amparaba a los pobres con la solicitud de un padre y siempre ten�a su casa bien abastecida de muchos bastimentos y carne, como hombre que ten�a mucho ganado y se trataba lustrosamente".

Al llegar Felipe de C�ceres a Santa Cruz de la Sierra con las cartas de Ort�z de Z�rate y su nombramiento de Teniente de Gobernador del Paraguay, le aposen-t� en su casa, dice un testigo, acudi�ndolo en el tiempo que all� estuvo en todo lo que hubo menester y sejunt� con �l y se movi� a venir en su compa��a dejando su descanso y regalo, y todo lo que en dicha ciudad ten�a, y trajo al Paraguay toda su casa y su mujer, y as� lleg� a Asunci�n con mucho lustre y costa y criados, d�ndole adem�s a algunos soldados aviamentos y armas y otras cosas necesarias para que pudieran formar en la tropa que a trav�s de los montes escoltar�a al nuevo Teniente de Gobernador.

Antes de abandonar Santa Cruz de la Sierra, Felipe de C�ceres firm� un poder en favor de Garay: "para que pod�is llevar a la gente que tengo ami cargo1' a las Provincias del Paraguay y ir por Capit�n dellas e mandallas e gobernallas como yo mismo har�a".

Hac�a m�s de cuatro a�os que C�ceres hab�a abandonado Asunci�n con rumbo a Chuquisaca, y c�mo no se ten�an noticias de la suerte que corriera, entre los vecinos hab�a "muchos pareceres", dice un testigo, y hasta hab�a algunos que quer�an abandonar la tierra; cuando apareci� de nuevo con su t�tulo de Teniente de Gobernador y con su escolta al mando de Garay y se hizo cargo del gobierno en nombre de Ortiz de Z�rate; y el a�o siguiente, en 1570, con ciento cincuenta soldados, en berganfines y barcas, navegaba por el Paran� aguas abajo, a esperarle en el R�o de La Plata, en cumplimiento de las instrucciones que de �l recibiera cuando parti� hacia Espa�a en busca de su t�tulo de Adelantado.

Mientras, las relaciones entre el Teniente de Gobernador Felipe de C�ceres y el Obispo del Paraguay, Monse�or de la Torre, se complicaron a tal extremo, que C�ceres priv� a �ste de sus temporalidades y le encerr� "por perturbador de la Rep�blica", prohibiendo que se le llevara alimento, bajo pena de muerte".

Fue entonces cuando se produjo el mot�n que separ� a C�ceres del gobierno para siempre.

El Provisor del Obispado y Fray Francisco de Ocampo, que antes hab�a sido de los parciales del Gobernador, encabezaron el movimiento popular contra la autoridad civil; apresaron al gobernador mientras o�a misa, le echaron una barra de grillos y le metieron en una prisi�n inhumana. Un enemigo del gobernador depuesto le sucedi� en el gobierno: Mart�n Su�rez de Toledo, Felipe de C�ceres, acusado tambi�n de luterano, estuvo preso y engrillado m�s de un a�o, hasta 1573, el obispo hizo apresar un barco para llevarle prisionero a Espa�a y C�ceres volvi� a navegar, por �ltima vez, a lo largo del Paran�.

Escoltando esta carabela, que con todos los trapos al viento navegaba aguas abajo por el Paran�, ven�a Juan de Garay, despu�s de haberle escoltado y guardado cuando su actual cautivo marchaba como Teniente de Gobernador a trav�s de los montes del Paraguay y le hab�a nombrado Algualcil Mayor en Asunci�n. Aho-ra le llevaba en custodia por orden del enemigo personal que le hab�a derrocado, Mart�n Su�rez de Toledo.

Pero Mart�n Su�rez de Toledo al frente del gobierno, derrocado Felipe de C�ceres, al encomendar a Garay la custodia del Teniente de Gobernador depuesto, le autoriz� a fundar una ciudad, luego que viera que la nave que llevaba al preso a Espa�a navegaba sin riesgo en el mar.

Cumplida su misi�n, Garay vuelve aguas arriba del Paran�, se une al grupo fundador que siguiendo la margen izquierda ven�a por tierra, en el sitio que les hab�a se�alado para el encuentro, "la punta del Yeso", donde hoy existe la poblaci�n entrerriana de Hernandarias, cruza con toda su gente a la margen derecha, las ubica en un campamento donde hoy se encuentra el pueblo Cayast�, mientras �l aguas abajo, navega hacia el Carcara��, que era el sitio indicado en aquella �poca para fundar una ciudad. Pero al llegar a la altura de Coronda se encuentra con Jer�nimo Luis de Cabrera que, luego de fundar C�rdoba, hab�a salido a fundar el prometido puerto a su ciudad, precisamente en la desembocadura del Carcara��.

Cabrera, que alega el derecho de su ciudad, reci�n fundada, sobre las riberas del Paran�, le prohibe a Garay que funde en �stas tierras; y �ste, que le asegura que ha fundado mucho m�s al norte; vuelve en busca de su campamento en el actual Cay ast�.

El encuentro de Garay y Cabrera fue en septiembre, y la fundaci�n de Santa Fe, s�lo se hace a mediados de noviembre, Garay, al fundarla y se�alar su jurisdicci�n, prescinde de los supuestos derechos de Cabrera, y la lleva veinticinco leguas m�s al sur del Carcara��, con lo cual, al abarcar toda esta regi�n de nuestro litoral, la regi�n geopol�tica codiciada por los portugueses del Brasil, establece una l�nea de frontera sometida a su jurisdicci�n.

Santa Fe queda as� fundada el 15 de noviembre de 1573, con todas las normas legales constituido y organizado el Cabildo, plantado el rollo, trazada la planta urbana, con lo cual se convierte en la primera ciudad urbanizada en el R�o de la Plata, y en ella distribuye los solares entre los vecinos.

Sin embargo, el vecindario est� inquieto. Es un hervidero de "chismes", dice el Cabildo. Tres a�os despu�s de fundada hay vecinos que la abandonan quiz�s disconformes por el sitio donde se la ha levantado.

Llega entonces el nuevo adelantado Ortiz de Z�rate, y Garay con los santafesinos le auxilia y salva de los charr�as; se conquista la confianza del nuevo adelantado, y, a su muerte, asegura la continuidad de su influencia en el R�o de la Plata, y en 1580 funda Buenos Aires, y apenas fundada hace una expedici�n hacia el sur y llega hasta Mar del Plata. Y cuando se aleja de la nueva ciudad para volver a Santa Fe y Asunci�n, quedan sus hombres, dice Juan de Rivadeneyra "limando sus armas para emprender aquella gran noticia y entrada que llaman del C�sar".

Y esta inquietud de Garay, que lo lleva a fundar ciudades en cada etapa de su viaje hacia el sur ten�a su origen y su meta en aquella gran noticia, que fue sin duda uno de los motivos de la malquerencia de Abreu, que tambi�n la buscaba desde C�rdoba. Pero esto ya es harina de otro costal.

LAUDE

Garay como todos los grandes capitanes del descubrimiento y conquista de las Indias de Occidente,guardaba la ilusi�n de coronar su vida de soldado en la conquista de otro imperio como el de los Incas, o el de Moctezuma en M�xico.

Su muerte prematura le impidi� seguir en su vano af�n detr�s de una leyenda. Sin embargo, dej� abierto los caminos y las puertas de la tierra por donde -este file su pensamiento- "hubiera trato y conversaci�n entre los hombres", que fue, al fin y a la postre, la gran empresa y la verdadera conquista de Garay.




Domicilio: 25 de Mayo 1470 - Santa Fe de la Vera Cruz - La Capital - Santa Fe - Rep�blica Argentina - C�digo postal: 3000
Tel�fono: (54) 0342 4573550 - Correo electr�nico: etnosfe@ceride.gov.ar
P�gina web: http://www.cehsf.ceride.gov.ar/