Biomorfos de sílice en secuencias pedoarqueológicas del sitio Paso Otero 5, Buenos Aires

Osterrieth M.1; G. Martínez2,3; M. Gutiérrez2,3 y F. Alvarez1,3

1 Centro de Geología de Costas y del Cuaternario. FCEyN – UNMdP. CC 722 Correo Central. 7600-Mar del Plata. mosterri@mdp.edu.ar 2 INCUAPA, Facultad de Ciencias Sociales, UNCPBA. Del valle 5737, Olavaria. Buenos Aires. gmartine@soc.unicen.edu.ar 3 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)


Paso Otero 5 ha sido estudiado ampliamente, mediante un proyecto multidisciplinario dirigido por el Dr. Gustavo Martínez (Martínez, 1997; Martinez et al., 2003). El sitio se ubica en el sector medio del cauce del Río Quequén Grande, Buenos Aires, y se constituye en un sitio de referencia para los estudios arqueológicos y paleoambientales desde la transición Pleistoceno-Holoceno al Holoceno tardío. En el mismo se hallaron restos óseos de fauna extinta y especies actuales, asociados con puntas de proyectil “cola de pescado” (Martinez, 2001, Martinez et al., 2003; Holliday et al., 2003). El objetivo de este trabajo es analizar la presencia de biomorfos de sílice y específicamente caracterizar cuali y cuantitativamente los silicofitolitos presentes en la secuencia.

Los sedimentos loéssicos, fluviales y fluvioeólicos depositados en este sector de la llanura pampeana durante el Cuaternario tardío, están constituidos mayoritariamente por minerales livianos; dentro de ellos, los constituidos por sílice amorfo de origen orgánico e inorgánico llegan a porcentajes que superan el 20 % (Osterrieth, 2000). La biomineralización es el resultado del funcionamiento metabólico de los organismos. La sílice amorfa (SiO2.nH2O), es el principal agente mineralizador en los organismos continentales, generando los denominados biomorfos de sílice o silicobiolitos. Dentro de estos se incluyen poríferos, tecamébidos, diatomeas, lóricas de crisostomatáceas y células de plantas (silicofitolitos) (Bertoldi de Pomar, 1975). La vegetación predominante en la llanura pampeana es de tipo graminosa, la que se ubica entre las mayores productoras de silicofitolitos.

Los antecedentes sobre estudios fitolíticos en sitios arqueológicos en la llanura pampeana se limitan a trabajos recientes en cuevas (Osterrieth et al., 2000, 2002 y 2003, Zucol et al., 2002) y en las márgenes del arroyo Chocorí en la Localidad Arqueológica Amalia (Osterrieth et al., 1999).

En una secuencia caracterizada por 6 niveles pedológicos, con sus respectivos materiales parentales (1 a 6), se analizaron 57 muestras, tomadas cada 5 cm, del techo a la base; en concordancia con muestras tomadas para estudios pedológicos, micropaleontológicos y arqueológicos (Martinez et al., 2003). A partir de 5 gramos de muestra, mediante decantación y centrifugado (Zucol y Osterrieth, 2002), se analizaron silicobiolitos en: a) la muestra total, diferenciándose: zoolitos, diatomeas, quistes de crisostomataceas y silicofitolitos y b) en la muestra concentrada con politungstato de sodio (densidad 2,3). A partir de estas, se definieron los morfotipos presentes en base a lo establecido por Bertoldi de Pomar (1971), Twiss (1992) y Frendlung y Tieszen (1994, 1997), agrupándose los mismos según su afinidad con los principales subgrupos de gramíneas de rutas metabólicas de 3 y 4 carbonos (C3 y C4). Una media de 400 granos se contaron usando microscopía óptica bajo luz normal y polarizada.

Los resultados obtenidos permitieron definir, dos grandes grupos o zonas I y II:

Grupo I: definido en la base de la secuencia, desde el material parental (Cgb6) del paleosuelo Puesto Callejón Viejo (Ab6; PCV), incluyendo el horizonte ACb6, en la transición de los Miembros Guerrero y Río Salado de la Formación Luján (Fidalgo et al., 1975). En este sector los silicobiolitos representados sólo por silicofitolitos no superan el 10 %; resultados que indican escasa cobertura vegetal en un ámbito no saturado. Esta vegetación estuvo dominada por fitolitos de gramíneas pooides en su mayoría, aunque hay varios niveles del horizonte, donde es relevante la presencia de morfotipos atribuidos a panocoides y chloridoides, típicas gramíneas C4. Ambas indicadoras de condiciones ambientales áridas a semiáridas y secas, en momentos previos a los 9400 años A.P (Martinez et al., 2003).

Grupo II. Este grupo comprende desde el epipedón Ab6, del suelo PCV (ca. 9400 años AP) hasta el suelo actual (A/B). En este sector hay un notable incremento de los silicobiolitos, con una media que supera el 50%, siempre con dominio de silicofitolitos. Resultados que indicarían un incremento de la cobertura vegetal bajo condiciones de mayor humedad ambiental, por el aumento de lluvias y/o modificación del curso que podría haber generado condiciones microtopográficas diferentes. Aquí, se diferencian dos subgrupos: A) formado por niveles donde hay diatomeas y quistes de crisostomatáceas, como los niveles edáficos A2/Bk, Ab3 (ca. 6600 años AP), Cb5 y el nivel de ocupación arqueológica comprendido principalmente en el horizonte Ab6 (ca. 9400; 9560 ±50 años A.P). Ello indicaría momento de saturación persistente del suelo y presencia de una densa cobertura vegetal, marcada por el alto tenor de silicofitolitos. B) el grupo formado por silicofitolitos y muy escasos restos de otros silicobiolitos, en los sectores basales de los materiales parentales (Cb1/Cb2, Cb3, Cb4) de los paleosuelos Ab1/Ab2 (ca. 4200 años AP), Ab3 (ca. 6600 años AP) y Ab4 (ca. 7800 años AP), respectivamente.

Durante el depósito del nivel Cb5 continuaron las condiciones de saturación del Paleosuelo PCV (Ab6), a partir del cual evoluciona el suelo Ab5 (ca. 8800 años AP). El nivel Cb1/Cb2 representa un pulso más seco, que ante un leve incremento de humedad desarrolla el horizonte Ab1/Ab2, cuyo contenido de silicobiolitos y silicofitolitos evidencian condiciones con menor disponibilidad de humedad entre los 6600 y 4200 años AP. Se continua con el desarrollo del suelo actual (A y B), indicador de condiciones ambientales estables y persistentes semejantes a las actuales que han permitido el desarrollo moderado del solum. Durante el desarrollo de este último ciclo pedológico han existido condiciones variables en la saturación del suelo y una variación en el tipo de vegetación con importante cantidad de gramíneas panicoides (tipo C3 y C4). En la última etapa de evolución del epipedón superficial, se habría producido un pulso breve de sequía, con una marcada restricción de la cubierta vegetal, con solo 12% de silicofitolitos del total de partículas minerales.

En general, las asociaciones de fitolitos, deducidas en base a sus grupos morfológicos dominantes indican al grupo de pooides como las más abundantes, típicas gramíneas altas (C3) de suelos hidromórficos o saturados durante extensos lapsos, desarrollados en condiciones húmedas y templadas a frías. Siguen en abundancia las panicoides, gramíneas con rutas metabólicas tanto C3 como C4. Las chloridoides son escasas y representan a gramíneas bajas, típicas C4, desarrolladas en suelos con déficit hídrico acentuado y/o presencia de sales y que poseen los máximos valores en la zona I. Las variaciones observadas en esta secuencia pedoarqueológica, indicarían cambios ambientales rápidos en las praderas durante la transición Pleistoceno-Holoceno, resultados que coinciden con lo definido en base a estudios fitolíticos en los suelos de las praderas de Estados Unidos realizados por Frendlung y Tieszen (1997).

De modo exploratorio se analizaron muestras provenientes del nivel de ocupación arqueológica, específicamente del sector que rodean a los restos fósiles. Se tomaron tres réplicas a distancias crecientes desde el resto óseo a la periferia. En este material se hallaron silicofitolitos similares en cantidades y tipo a la del nivel sedimentario que los contiene (Ab6). Sin embargo, se observó un leve incremento de los silicofitolitos en el nivel más próximo al fósil y también un alto tenor de morfologías indefinidas y algunas morfologías similares a las descriptas para los Talas (Celtis tala) (Fernández Honaine com. pers.).

Los resultados obtenidos mediante el análisis de los silicofitolitos coinciden con las inferencias paleoambientales obtenidas a partir de los distintos registros proxy (paleontología, micropaleontología, polen, isótopos) y su relación con las ocupaciones humanas durante el Holoceno.

Agradecimientos

Este trabajo se realizó en el marco de los proyectos UNMDP, EXA15E-239/00 y 292/04 y “Archaeology and ancient environment in the Pampean region of Argentina” (Grant #7181-01) otorgado por la National Geographic Society.

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