Estudios etnobotánicos del sitio arqueológico Nutria Mansa 1 (partido de General Alvarado, provincia de Buenos Aires): II. Análisis fitolíticos comparativos de artefactos de molienda

Zucol, Alejandro Fabián 1 y Mariano Bonomo 2

1 Laboratorio de Paleobotánica, CICYTTP-Diamante CONICET. Materi y España s/n, Diamante, 3105, Entre Ríos, Argentina. cidzucol@infoaire.com.ar. 2 Departamento Científico de Arqueología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, UNLP-CONICET. Paseo del Bosque s/n, 1900, La Plata, Argentina. bonomo@museo.fcnym.unlp.edu.ar


El sitio arqueológico Nutria Mansa 1 (NM1) se encuentra ubicado en las proximidades de Centinela del Mar, en la margen izquierda del arroyo homónimo (38° 24' 54,2" S y 58° 15' 50,1" O) (Bonomo 2004). La presente contribución se enmarca en los análisis etnobotánicos que se encuentran en ejecución en este sitio, que en parte han sido comunicados previamente (Zucol et al. 2002), en lo que respecta al estudio fitolítico y diatomológico de su secuencia sedimentaria, incluyéndose también el análisis de otros tipos de restos silíceos como estomatocistes y espículas de espongiarios. El depósito está constituido por dos unidades arqueológicas discretas separadas por sedimento sin restos de naturaleza arqueológica: los niveles Superiores y el Componente Inferior. La secuencia sedimentaria se conforma por cuatro unidades estratigráficas (Favier Duvois y Bonomo 2002). Los Niveles Superiores se encuentran en la unidad estratigráfica I, se distribuyen de los 25 cm a los 40 cm de profundidad desde el nivel 0 y sólo presentan escasos materiales líticos y astillas óseas de mamífero indeterminadas. El Componente Inferior comprende desde los 75 cm hasta los 160 cm. Allí, se han recuperado numerosos restos faunísticos de Lama guanicoe y artefactos líticos en las unidades estratigráficas II, III y IV. La mayor parte de los restos arqueológicos de este componente se encuentran contenidos en un paleosuelo (unidad III). Debajo de este paleosuelo se ubican sedimentos fluviales del Miembro Guerrero de la Formación Luján (unidad IV), en los que se han registrado materiales arqueológicos en números reducidos. Por encima de la superficie de estabilización antes nombrada existen depósitos palustres correlacionables con el Miembro Río Salado (unidad II) de esta misma formación, que en su base contienen escasos restos arqueológicos también correspondientes al Componente Inferior. De acuerdo a las dataciones radiocarbónicas obtenidas (2,700- 3,100 años A.P.) la mayoría de los materiales de este componente pueden ser asignados al Holoceno tardío (Bonomo 2004).

En el presente trabajo se comparan los componentes fitolíticos de los sedimentos de la unidad estratigráfica III con el contenido depositado en las superficies de dos molinos (M1 pieza nro. T3.20.12- y M2 -nro. 2/O.18.125-) hallados en esta misma unidad. Este estudio se realizó con el objeto de evaluar si estos molinos podrían haber sido utilizados para el procesamiento de recursos vegetales. Teniendo en cuenta las unidades estratigráficas de la secuencia sedimentaria, ha sido muestreado el perfil 2 del sitio, de 145 cm de potencia. En forma complementaria para estos análisis se estudiaron cuatro muestras provenientes de los molinos hallados en el Componente Inferior, lo que se realizó mediante la limpieza de sus superficies duras, tanto la cara no activa de la pieza como la cara activa con rastros de uso [muestras 367 (M1, superficie activa), 368 (M1, superficie no activa), 369 (M2, superficie activa) y 370 (M2, superficie no activa) del repositorio de muestras sedimentarias del Laboratorio de Paleobotánica CICYTTP-Diamante]. Estos molinos se hallaron a una profundidad de 117 cm (M1) y de 110 cm (M2).

Es necesario tener en cuenta que las posibilidades de incrustación de material botánico durante el uso de estos molinos con superficies duras son escasas. A esto se le suma el hecho de que los mismos fueron hallados en el seno de los sedimentos de la unidad III donde se han registrado numerosos microfósiles vegetales. Por estos motivos la metodología aplicada en estos estudios consistió en un muestreo conjunto de las caras activas de los molinos (o con rastros de utilización) y de los sedimentos adheridos a sus superficies no activas con la finalidad de comparar entre las asociaciones de estas muestras y las obtenidas a partir de los sedimentos del perfil 2. De este modo, es posible establecer si existe alguna variación significativa entre las muestras de las caras activas de los molinos con las restantes y, en caso positivo, si las diferencias pueden ser producto de la utilización de estos artefactos.

Las muestras sedimentarias y de los artefactos líticos fueron procesadas siguiendo las pautas metodológicas descriptas en Zucol y Osterrieth (2002), que consisten en una disolución de sales solubles, eliminación de materia orgánica y carbonatos, y una separación granométrica y densimétrica con la finalidad de obtener las distintas fracciones granométricas del material sedimentario y la separación del material clástico pesado del liviano. En forma previa, se realizó una prospección microscópica de todas las muestras para lo cual se montaron sin ningún procesamiento, con la finalidad de establecer la presencia de restos organógenos que puedan ser eliminados en los distintos pasos del procesamiento.

Para el recuento fitolítico se utilizó una clasificación morfológica basada en la clasificación propuesta por Bertoldi de Pomar (1971), y modificada de acuerdo a Twiss et al. (1969), Twiss (1992), Kondo et al. (1994) y Zucol (1996). Si bien los quistes de crisostomatáceas se encuentran escasamente caracterizados en lo que respecta a su sistemática (Rull y Vegas-Vilarrúbia, 2000), son numerosas las investigaciones que comienzan a describir su presencia en distintos tipos de sedimentos y edades geológicas. Para este análisis, y solamente a los fines de su recuento se establecieron tres morfotipos: dos de superficie lisa uno de ellos con apretura y otro inaperturado, mientras que el tercero representado por los quistes aperturados de superficie espinosa u ornamentada en general. En lo referente a las espículas de espongiarios se consideraron dos principales morfotipos para el recuento, que son las espículas de grandes dimensiones, lisas –si bien pueden aparecer pequeñas microespinas superficiales- y de extremos aguzados, en general con un canalículo que la recorre en sentido longitudinal y las gemoscleras pertenecientes al género Ephydatia sp. (Ezcurra de Drago, com. pers.), que se caracterizan por poseer extremos estrellados y un cuerpo cilíndrico con número variable de espinas.

El análisis de los sedimentos adheridos a la superficie de los molinos, mostró la presencia de materia orgánica amorfa coloreada (particularmente en la muestra 367 o superficie activa del M1), como así también cierta tinción en los restos silíceos hallados. En lo referente a los microrrestos no-fitolíticos se encontraron estomatocistos (principalmente de los tipos de superficie lisas), espículas (de los tipos de las macroscleras y en menor proporción gemoscleras) y diatomeas. El análisis fitolítico mostró la presencia de fitolitos articulados, formados tanto por células largas, cortas, buliformes y subepidérmicas, en su mayoría de naturaleza graminoide, la presencia de algunos restos de material silíceo con materia orgánica carbonizada y fitolitos, principalmente de origen epidérmico foliar, caracterizados por poseer internamente ópalo organógeno oscuro al punto tal de resultar opacos en su observación al microscopio. En lo que respecta a los fitolitos aislados, las asociaciones fitolíticas se caracterizan por una escasa presencia de halterios (Halteriolitas); mientras que los fitolitos en conos truncados (Estrobilolita) y en forma de silla de montar (Doliolita) se encuentran presentes únicamente en las muestras del M1, en particular en la superficie activa. Entre los fitolitos de mayor tamaño los prismáticos (Prismatolita) y los originados a partir de formas aguzadas (Aculeolita) son abundantes en las cuatro muestras, mientras que los fitolitos en forma de abanico (Flabelolita), resultan más abundantes en las muestras del M1. En forma inversa ciertos fitolitos incertis sedis de contorno estrellado (Asterolita?) se encuentran con una mayor abundancia en las muestras del M2.

El análisis comparativo de las asociaciones de M1 y M2 con respecto a la asociación de la muestra sedimentaria de la unidad III no presenta diferencias significativas entre sus componentes. Esto se observa tanto en lo referente a la diversidad de los elementos no fitolíticos como al detalle de las asociaciones fitolíticas que poseen frecuencias equiparables. La posibilidad de utilización de todas las plantas productoras de fitolitos presentes en los alrededores del sitio resulta difícil de justificar. Por otra parte, contrariamente a lo esperado por el uso de los molinos, cabe destacar la similitud en el estado de preservación de los fitolitos en ambas asociaciones, principalmente en lo que a desgaste superficial y grado de ruptura respecta. Por lo tanto, debido a la variabilidad de recursos vegetales registrados en los molinos y a la falta de un sesgo con relación a los restos observados en los sedimentos de la unidad III, no se puede afirmar que los mismos fueron utilizados para el procesamiento en forma intensiva de recursos vegetales productores de fitolitos.

Sin embargo, a diferencia de los sedimentos de la unidad III, en los molinos se ha registrado la presencia de materia orgánica y restos silíceos coloreados de un rosado intenso. Así, en estos casos particulares estas distinciones podrían estar asociadas con algún tipo de utilización de los molinos, que puede estar evidenciada en la presencia de restos carbonosos y fitolitos graminoides de afinidad incierta cuya matriz silícea muestra turbidez que puede estar ocasionada por la presencia de materia orgánica en el ópalo organógeno. A partir de estos últimos indicios y de la coloración diferencial presente en estas piezas, es posible estimar que los molinos de NM1 pudieron ser usados durante el Holoceno tardío para el procesamiento de pigmentos orgánicos o de sustancias a las que se les daba esa tonalidad rosada, cuyo origen se desconoce mediante las evidencias aquí recabadas.

Bibliografía

BERTOLDI DE POMAR, H. (1971) Ensayo de clasificación morfológica de los silicofitolitos. Ameghiniana, 8 (3-4): 317-328.

BONOMO, M. (2004) Ocupaciones humanas en el litoral marítimo pampeano: un enfoque arqueológico. Tesis Doctoral inédita, Facultad de Ciencias Naturales y Museo UNLP, La Plata. 614 p.

FAVIER DUBOIS, C. y M. BONOMO (2002) Evolución del paisaje, expectativas arqueológicas y procesos de formación en la Localidad Nutria Mansa (Pdos. de Gral. Alvarado y Lobería, Pcia. de Buenos Aires). Libro de Resúmenes del 3er Congreso de Arqueología de la Región Pampeana Argentina: 76-77. Olavarría.

KONDO, R., CHILDS, C. e I. ATKINSON (1994) Opal phytoliths of New Zealand. Maanaki Whenua Press. 85 p.

RULL, V. y T. VEGAS-VILARRÚBIA (2000) Chrysophycean stomacysts in a Caribbean mangrove. Hydrobiologia 428: 145-150.

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TWISS, P. C., SUESS, E. y R. SMITH (1969) Morphological classification of grass phytoliths. Soil Science Society of America, Proceedings 33(1): 109-115.

ZUCOL, A. F. (1996) Estudios morfológicos comparativos de especies de los géneros Stipa, Panicum y Paspalum (Poaceae), de la Provincia de Entre Ríos. Tesis doctoral, U.N.L.P. 558 p.

ZUCOL, A. F. y M. OSTERRIETH (2002) Técnicas de preparación de muestras sedimentarias para la extracción de fitolitos. Ameghiniana 39 (3): 379-382.

ZUCOL, A. F., GUTIÉRREZ TÉLLEZ, B. y M. BONOMO (2003) Estudios etnobotánicos del sitio arqueológico Nutria Mansa 1 (Partido de General Alvarado, provincia de Buenos Aires): I. Análisis fitolíticos y diatomológicos. XII Simposio Argentino de Paleobotánica y Palinología, Resúmenes: 58.

 

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