EL PARQUE TECNOLÓGICO SIGUE SU AVANCE

A pesar de haberse ganado hace décadas el mote de ciudad administrativa, Santa Fe experimentó en los últimos años un fuerte crecimiento del emprendedorismo, impulsado por las unidades académicas, el gobierno y el sector empresario.

El Parque Tecnológico del Litoral Centro Sapem (PTLC) fue testigo de este impulso que llevó a muchos profesionales a aventurarse a desarrollar proyectos innovadores. Desde el 2002 hasta la fecha la sociedad recibió múltiples pedidos de incubación, acompañó el crecimiento de los seis emprendimientos que en el 2004 ingresaron a su incubadora, brindó asesoramiento legal, técnico y financiero a los emprendedores y cuenta entre sus logros el haber logrado que egresara del sistema de incubación la primera firma, Software Santa Fe.

El progreso experimentado por el PTLC da cuenta de un modelo de desarrollo empresarial exitoso, que encuentra sobrados ejemplos en los Estados Unidos y Europa, en donde los Parques Tecnológicos son desde hace décadas verdaderos semilleros de empresas.

Con apenas dos años de funcionamiento, la incubadora de empresas del PTLC demostró ser un lugar propicio para la maduración de proyectos de base tecnológica; los emprendimientos que se llevan adelante ya poseen productos en el mercado y algunos están en condiciones de egresar del sistema el próximo año.

El dinamismo propio de la incubadora del PTLC, cuya misión es incorporar al mercado empresas recién constituidas no exige al Parque Tecnológico instrumentar acciones para atraer nuevos proyectos porque "hay una gran demanda en la zona. Al Parque se le plantea el problema de decidir cuál de todos los pedidos de incubación que recibe va a ocupar el lugar que dejó libre la empresa anterior", sostuvo el Dr. Alberto Cassano, presidente del Directorio del PTLC Sapem.

Para los emprendedores que no se encuentran en condiciones de ingresar al área de incubación, el Parque Tecnológico implementó el área de preincubación, donde no sólo encontrarán un espacio físico equipado con computadoras y recursos de ofimáticas sino fundamentalmente el asesoramiento legal, económico y contable para avanzar en la elaboración técnica del proyecto.

La radicación, tema pendiente
El PTLC cumplió, en parte, con sus objetivos de acompañar a las empresas desde el surgimiento de la idea-negocio hasta la conformación y consolidación de la empresa como industria. Y decimos en parte porque "todavía no se ha podido avanzar en la radicación de empresas en los predios".

Este último cometido del Parque Tecnológico lleva un tiempo sin encontrar una solución y el problema principal es que "los terrenos pertenecen al Conicet y no se pueden vender a las empresas que quieran instalarse; sólo se puede realizar un cesión de uso que el año pasado -gracias a una reformulación del estatuto- logramos llevar de 20 a 30 años. De todas maneras, si la inversión que tiene que realizar una empresa es grande no le atrae hacerla en terrenos que no son propios. Este es un tema sobre el que vamos a trabajar este año", comentó el Dr. Cassano.

Otro inconveniente que encuentran hoy las empresas que quieren radicarse es "la libertad de manejo de su patrimonio ya que el Parque Tecnológico no puede permitir que una firma que fue aceptada para hacer biotecnología, mañana la venda a otra cuyo objetivo sea fabricar fideos", subrayó Cassano.

Pero más allá del problema concreto de la venta de los terrenos, el presidente del PTLC señaló que el 2006 será "un año dedicado a conseguir incentivos". "Pensamos que es posible que las empresas obtengan exenciones impositivas provinciales ya que el gobierno de la Provincia viene colaborando muchísimo con el Parque Tecnológico porque tienen una visión y una proyección de lo que esperan de la ciencia y la tecnología. Esto hace que se note claramente su deseo de participar y cooperar", sostuvo Cassano.

La necesidad de buscar incentivos nacionales a través del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar) y mediante otros mecanismos será una tarea prioritaria para el PTLC durante este año, porque son conscientes de que estas acciones atraerán grandes empresas de base tecnológica.

Para que este proceso se acelere, "hace falta que el Poder Ejecutivo lleve a la práctica lo que ha establecido como prioridad y que es la promoción de los parques y polos tecnológicos. El nuestro estaría en un estado de avance importante, pero a medida que vamos marchando nos tropezamos con algunas dificultades que debemos resolver", señaló Cassano.

Avances y retrocesos, dificultades y alicientes marcan el camino por el que transita el Parque Tecnológico. Pero más allá de los vaivenes, las proyecciones son buenas. "El 2006 va a ser un año importante de gestión y sabemos que vamos a conseguir lo que nos proponemos porque contamos con el apoyo de la provincia, las municipalidades, las universidades y el Conicet".

Cuatro empresas del sector biotecnológico y de la industria farmacéutica ya presentaron los pedidos de radicación y cuentan con la aprobación técnica del Directorio de la Sociedad. Mientras tanto, desde el PTLC se preocuparán por encontrar -junto con los demás actores participantes- una salida al problema de la radicación industrial.

La historia
Los terrenos donde se encuentra emplazado el Parque Tecnológico fueron donados por la Municipalidad de Santa Fe al Conicet en 1975 y aunque se trataba de terrenos inundables fueron rellenados y utilizados -en primera instancia- para construir un Parque Científico que nucleara a todos los institutos de investigación que funcionan en Santa Fe, conforme a una idea primigenia lanzada en 1971 por la Provincia, la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet.

Un proyecto inconcluso y el impacto que tenían los parques tecnológico en Estados Unidos y Europa cambiaron el rumbo de la iniciativa. "La gestión de Dr. Julio Luna, ya sea como miembro del directorio del Conicet y como director del Ceride, fue la que decidió convertir el lugar en un Parque Tecnológico donde se pudieran instalar empresas", comentó el Dr. Cassano.

La presidencia del Dr. Ricardo Grau organizó la idea, logró la constitución de la sociedad anónima y la puesta en marcha de la incubadora de empresas. "La excelente gestión que estaban llevando a cabo se vió opacada -al parecer- por disputas internas entre quienes aparentemente pretendían que el proyecto concluyera como un parque científico y los seguidores de la idea de transformarlo en Parque Tecnológico". Aunque la historia mostró que en los hechos se trataba de una falsa dicotomía, el tema derivó finalmente en el cuestionamiento de la presencia del Conicet en la sociedad sin que todavía existiera la ley del Congreso que lo autorizara.

Para evitar que los problemas se agravaran, el Conicet decidió seguir apoyando al PTLC pero sin formar parte de su directorio. Desde entonces, la sociedad quedó conformada por los actores pertenecientes al sector gubernamental (gobierno de la provincia y Municipalidad de Santa Fe y Municipalidad de Paraná), el sector empresarial (Confederación General Económica y de la Industria) y por el sector científico (Universidad Nacional del Litoral, con posibilidad de que ingresen nuevos socios).

EL Litoral, 8 de marzo de 2006.