Juan Carlos
García*, de nuestra ciudad, ha construido un microquirófano
para inseminar abejas reina melíferas. El control genético
como objetivo.
¿Qué
es la inseminación instrumental y para que sirve?
Hoy,
la Apicultura, para mejorar la calidad de la miel y satisfacer nuevas
exigencias, tiende a sustituir lo “artesanal” por una actividad industrial
controlada y trazable. Con este fin, es fundamental el control genético
de las colmenas, para lo cual la cópula entre zánganos
y reinas debe ser controlada, pero en la naturaleza este acto ocurre
durante el “vuelo nupcial de la reina”, casi irreproducible en laboratorio.
Sin embargo, existe un recurso alternativo más que centenario:
la inseminación artificial. Este microquirófano inseminador
corresponde a la tecnología desarrollada en el lapso 1980-2000. |
El
microquiórfano para inseminar abejas-reina
(foto gentileza Agustín Echarren).
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¿Cuáles
son sus características?
Es un quirófano obstétrico en miniatura, que permite acceder
y manipular -con seguridad y asepsia- el órgano reproductor de
las reinas de abejas melíferas. Posee una base sólida de
metal, en cuyos extremos se montan dos columnas. En una de ellas se aloja
el mecanismo que posiciona el gancho ventral, con movimiento micrométrico
de avance y retroceso longitudinal y movimiento circular. En la otra columna,
se ubica el mecanismo que posiciona el gancho dorsal, con controles de
movimiento idénticos al anterior. Ambos ganchos se usan cual espéculo
obstétrico. Sobre esta columna también se monta el mecanismo
de control de posición vertical, longitudinal y angular de la micro-jeringa
de inseminación. En el centro de la base está fijado el
soporte para la reina, que la inmoviliza y expone su abdomen y órgano
reproductor. La pieza posee también un pico para la conexión
y provisión de dióxido de carbono, usado como gas anestésico.
¿Cómo
es la micro-jeringa construida?
Tiene control micrométrico de volumen, con un sistema de émbolo
y diafragma “acoplados” para la absorción y expulsión de
fluidos. Este dispositivo permite manipular volúmenes con similar
precisión y exactitud a las de una jeringa de inyección
cromatográfica, hasta un máximo de 10 microlitros (10 microlitros
= 0,00001 L = 0,01 mL). Se le pueden acoplar agujas plásticas o
metálicas para la inserción en el canal vaginal del insecto.
¿Por qué
le interesó fabricar este inseminador?
Desde siempre tengo vocación por la micromecánica, y aun
siendo hoy jubilado, es mi motivación para aceptar desafíos
de desarrollos de precisión. Pero con esto intento también
mostrar a los jóvenes que todavía, y siempre, “se puede”.
Mi vida y trabajo me enseñaron que, además de poseer vocación,
para que los jóvenes elijan la educación, el trabajo y la
producción, el Estado Nacional debe recrear el sistema de escuelas
técnicas -casi inexistente-, gran “semillero” de técnicos
y profesionales de la Argentina de la industria y la tecnología
entre 1950 y 1970. En apariencia, la Nación impulsa ahora un Proyecto
de Ley de Educación Técnica, una oportuna decisión
porque las industrias que quieren producir no consiguen mano de obra capacitada.
¿Cuál
fue su punto de partida para este desarrollo?
En el país no encontré fabricantes, sino importadores. Por
ello, leí y me asesoró críticamente un joven amigo,
el Téc. Elbio Martínez, del Secegrin
- Ceride, con todo
lo cual pude reproducir la funcionalidad del dispositivo adaptando y recreando
ideas y conceptos de diseño y construcción.
¿Qué
materiales utilizó?
Aluminio (fundido; laminado), bronce, acero inoxidable, acrílico,
caucho, siliconas y nylon, entre otros. Y para seleccionarlos me basé
en una especialidad: la Tecnología de los Materiales.
¿Cuánto
tiempo le llevó fabricarlo y qué recursos empleó?
Algunos meses; la construcción fue artesanal, pieza por pieza,
pero con procedimientos y dispositivos que permitirían su elaboración
en serie. Dispongo de un torno y una fresadora/perforadora estándar,
a los que, gracias a mi experiencia en la industria automotriz, cada vez
que requiero un dispositivo especial para elaborar una pieza no estándar,
para lo cual estas dos máquinas-herramienta no están preparadas,
diseño un accesorio acoplable al torno o a la fresadora, y las
modifico dándoles mayor versatilidad. Por eso sostengo que la experiencia
y la formación técnica son elementos complementarios que
permiten solucionar casi cualquier problema.
¿Cómo
desearía concluir esta entrevista?
Con la frase que escribí y adherí a mi tablero de diseño
y dibujo, y que me ha acompañado en mis horas de trabajo: “Diseño
y Construcción = Independencia Tecnológica”.
(*) Técnico
Mecánico (E. Ind. Nro. 1 “N. Avellaneda”). Trabajó en: IKA
(Cba.), Fiat y General Motors Argentina -ingeniería de herramientas
y diseño de matrices y dispositivos-; Intec
/ Conicet / UNL
(S. Fe) -diseño, desarrollo y construcción de dispositivos
experimentales para laboratorios-; Taller de Micromecánica de la
Facultad de Bioingeniería (UNER).
Por el Lic. Enrique
A. Rabe - ACS
/ Ceride -.
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