PLANTAS ACUÁTICAS DEL RÍO PARANÁ: SU IMPORTANCIA EN EL ECOSISTEMA (*)

Las plantas acuáticas (también llamadas macrófitas o hidrófitos) despiertan gran interés biológico desde varios puntos de vista: por su peculiar fisiología, su extraña y elegante anatomía, sus adaptaciones a condiciones adversas (nivel fluctuante de las aguas, principalmente) o su respuesta al ambiente.

Un papel vital
Su rol en el ecosistema es destacable, ya que no sólo sirven de hábitat para comunidades de crustáceos (cangrejos), insectos y gusanos de vida acuática, sino que también intervienen en la alimentación y refugio de peces, aves y animales como el carpincho y la nutria de río, que utilizan el camalote ("Eichhornia crassipes") para construir "dormideras". Las plantas acuáticas (PA) constituyen la principal vía de entrada de la energía radiante ("solar") al ecosistema, permitiendo la subsistencia de distintas formas biológicas que dependen de la materia orgánica formada en sus tejidos por fotosíntesis. A pesar de la riqueza de especies presentes en los ambientes de lagunas del río Paraná, sólo unas pocas alcanzan mayor frecuencia, abundancia y representatividad. Entre ellas podemos nombrar el -ya citado- camalote, la salvinia o helecho de agua, herrumbre y repollito de agua dentro de las conocidas como "flotantes libres", y entre las "arraigadas" (fijas al sustrato), las gramíneas flotantes conocidas como canutillos, los cataizales y los verdolagales. Es de destacar también su papel en la sucesión vegetal de las lagunas, estableciendo zonas muy influenciadas por el nivel del agua, y participando en la fijación de bancos de arena que se convertirán en islas, o acrecentamiento de éstas por adosamiento de bancos de arena.

En ciertos casos, crean dificultades
Las PA causan problemas en cursos de agua, represas y arrozales de diversos lugares del mundo, debido a que, en general, estas especies tienen una alta tasa de reproducción. Así, cuando cubren grandes áreas, pueden causar taponamiento y obstrucción de vías navegables y canales de riego, pérdida de agua por evapotranspiración, interferencia en la pesca comercial y deportiva, limitación de entrada de luz y menor oxigenación del agua, por citar algunos ejemplos. Por caso, las islas localizadas aguas arriba de la ciudad de Paraná expulsan biomasa vegetal al cauce principal del río a un promedio de 0,65 ha por día, en períodos de creciente y/o bajante. Estos "camalotales" suelen alcanzar el tramo inferior del Paraná, sumándose a los que se expulsan de la zona deltaica y llegando al Río de la Plata, interfiriendo la navegación. Las especies que con más frecuencia derivan son el camalote, repollito de agua y salvinia; los canutillos y los cataizales, en menor medida.

En otros, las resuelven
El hombre ha tratado de buscar soluciones a los problemas citados, que van desde el control químico, mecánico o biológico de las PA hasta su utilización. En cierto sentido, las PA constituyen un "cultivo gratuito" de gran valor potencial, altamente productivo, que no necesita mano de obra, fertilizantes, siembra ni cuidados especiales. Entre los usos potenciales de las PA podemos citar su explotación como alimento para vacunos, ovinos y porcinos (ya sea ensilado o desecado, mezclado con otros forrajes); para dieta de piscicultura; para obtención de fertilizantes y enmiendas orgánicas; para producción de pulpa o pasta para papel; para la purificación biológica de aguas servidas y en la producción de energía por bioconversión (biogás). Algunos de estos aprovechamientos ya cuentan con un desarrollo experimental factible de ser transferido, en particular los dos nombrados en último término.

Uso de PA contra fenómenos de contaminación
Las PA superiores pueden utilizarse en un sistema biológico controlado que incluya un programa regular de cosechas para aprovechar el máximo crecimiento y eficiencia de extracción de nutrientes. Cualquiera sea el sistema de tratamiento de aguas servidas -de origen domiciliario, por ejemplo-, debe poseer -al menos- un tratamiento primario en una laguna de oxidación (con o sin aireación), donde ingresa el líquido crudo; un tratamiento secundario convencional, donde continúa la oxidación (laguna facultativa), capaz de obtener un agua clara, con poco olor, aceptables niveles de oxígeno y no tan alta conductividad eléctrica. Este tratamiento debería preparar el agua de tal manera que permitiera su utilización para un tratamiento terciario en una laguna con PA, cuya finalidad es extraer el exceso de nutrientes inorgánicos (nitratos, fosfatos, metales pesados, etc.) y la eliminación de microorganismos, a través de las raíces de las plantas que actúan como filtro biológico.

El valioso "camalote", la PA más usada en el mundo
Por sus características:
1) rápido crecimiento;
2) fácil propagación;
3) tasa de crecimiento relativamente constante;
4) alta capacidad para la absorción de nutrientes y otras sustancias;
5) tolerancia a condiciones hiper-eutróficas (super enriquecidas con nutrientes) y
6) fácil cosecha y preferentemente algún uso, el camalote es la planta más usada en el mundo, en particular en zonas tropicales y subtropicales. Pero también existen muchas otras PA y palustres (de pantanos; de áreas inundables) capaces de concentrar metales pesados y de metabolizar compuestos orgánicos. Una investigación ha demostrado que 0,4 ha de camalotes pueden potencialmente extraer 68 kg de fenoles cada 72 horas, y 120 g de metales pesados (muy tóxicos) cada 24 horas. Las características químicas de las aguas servidas están en cambio constante dentro del sistema de tratamiento, por ello se requiere conocer los límites de tolerancia de las PA que se utilizarán.

Estudios en la Argentina
En los últimos años, se ha comenzado a trabajar en el país en la depuración de aguas servidas utilizando las PA para la extracción de nutrientes y, en particular, de metales pesados tales como zinc, cromo, plomo, cobre y cadmio. Pero, así como es necesario el estudio local de las características del líquido que se tratará, y de las condiciones climáticas que imperarán, también debe conocerse la biología de la especie que se usará para la extracción de nutrientes. Otra cuestión importante es prever el uso y la disposición final de los residuos de cosecha del material vegetal.

El "poder" de las plantas emergentes
Se trata de plantas de las familias Cyperáceas, Gramíneas y Tifáceas, capaces potencialmente de eliminar contaminantes (nitrógeno, fósforo, materia orgánica, sólidos en suspensión), resultando muy apropiadas para zonas frías o templado-frías. Se estima que un sistema con plantas emergentes, bien diseñado y manejado, puede durar al menos 30 años. En estos casos se trata de canales a cielo abierto, de 50 a 100 m de longitud por 2 m de ancho y 0,5 m de profundidad, donde se siembran estas especies aprovechando una pendiente natural o artificial del terreno. El agua de un tratamiento secundario corre por el canal y las plantas van purificando la misma a lo largo de su recorrido.

(*) Por el Ing. Agr. Víctor Lallana, investigador del Conicet y Profesor Ordinario Titular de la cátedra de Fisiología Vegetal de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Ha desarrollado su especialidad en el campo de la biología y ecología de plantas acuáticas del río Paraná, contando con más de treinta trabajos publicados en revistas científicas.

Adaptación: Lic. Enrique A. Rabe -Área de Comunicación Social del Ceride-.

(c) CERIDE

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