FUTURO ENERGETICO *

Expertos argentinos proponen resucitar la Central Atucha II con una idea inédita. La construcción de la central nuclear Atucha II (A II) está suspendida desde hace años por falta de fondos. Ahora, un equipo de investigadores argentinos hace una propuesta para "reconvertirla" y volverla una inversión energética atractiva. El proyecto implica montar junto a A II una central que queme gas, y hacer que esta combinación funcione de manera eficiente. Con una inversión de 200 millones de dólares se lograría que la potencia de A II pasara de 750 a 1500 MW.

Gas + energía nuclear
Dentro y fuera del medio científico, para la mayoría de la gente el futuro de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) no depende de sus investigadores. Pero, para algunos "nuclearistas" existiría la posibilidad de sacarla adelante con propuestas audaces. Es el caso del Ing. Pablo Florido, especialista en reactores nucleares del Centro Atómico Bariloche (CAB) y profesor del Instituto Balseiro, abanderado de una opción técnico-económica para reiniciar la construcción de A II (la tercera central nuclear). La idea es combinar gas con energía nuclear, creando un efecto sinérgico que permita bajar sensiblemente el costo de generación.

Para Florido, con A II no se sigue adelante porque, aunque el costo de su electricidad sería competitivo, es demasiado alta la inversión para finalizar su construcción. Y explica: "dadas las bajas tarifas, la rentabilidad no es suficiente para invertir en plantas nucleares o hidroeléctricas".

La idea del citado especialista es la de generar vapor para mover los generadores, combinando el reactor nuclear de A II con turbinas de gas. Teóricamente, esta mezcla insólita permitiría una significativa reducción de costos. Así, en base a sus conocimientos de termodinámica, junto a Juan Bergallo y Alejandro Clausse –sus socios en este proyecto- calcularon que se puede mejorar la eficiencia térmica del conjunto.

¿Cómo?
Se trata de aprovechar los gases calientes, que salen de turbinas de gas convencionales, para aumentar la temperatura (de 260 a 450 grados) de los vapores que salen de los generadores de vapor de la central nuclear. El vapor nuclear es el más barato de generar, pero, por su baja temperatura, es también baja la eficiencia de su conversión en electricidad mediante turbinas. La audacia de Florido pasa por utilizar los gases de salida de una central a gas (600 a 750 grados), funcionando en paralelo, para aumentar la temperatura y el rendimiento.

El Ing. Florido se da cuenta de que, para "vender" la idea de terminar A II, necesita una fórmula que signifique menor inversión por kilowatt obtenido. A los 600 millones para finalizar A II propone agregar menos de 200 millones en forma de una instalación de gas complementaria. Y esto duplicaría la capacidad de generación de la central, llevándola de los 700 Mwe del diseño actual a 1500 Mwe. "Con un tercio de la plata duplicaríamos la energía", se entusiasma.

Posibilidades; números
Potencialmente, la CNEA y las empresas ligadas estarían en condiciones de encarar este proyecto, aunque no hay experiencias similares en el mundo. Sin embargo, para que la idea fructifique, no alcanza con la solución técnica. Además, habría que inventar una fórmula comercial para el matrimonio nuclear-gas propuesto.

Por otra parte, la Ley Nacional de la Actividad Nuclear abre el camino a la privatización de las centrales nucleares, pero establece que una única empresa deberá encargarse de la operación de Atucha I y Embalse, así como de finalizar Atucha II. Esta cláusula fue creada, precisamente, para forzar la terminación de A II. Empero, ante esta nueva alternativa tecnológica, lo que fue una ventaja puede volverse en contra. Y podría ser más conveniente privatizar las centrales por separado.

Por otro lado, la fórmula de electricidad barata "A II + gas" debería ser ofrecida a los brasileños, lo que supone apostar al crecimiento de ese mercado.

El diseño propuesto permite generar electricidad en forma simultánea, e independiente, con gas y con el reactor nuclear. Según Florido, el precio de la electricidad así producida sería del orden de 0,022 dólares por Kwh, cuando mediante generadores sólo a gas, los más económicos, no baja de 0,032 dólares por Kwh.

 Este proyecto está concebido a medida de la Argentina, que tiene abundante gas, una central a medio construir, industria nuclear pasando hambre y mercados abiertos factibles de tentar.

 (*) Por el Lic. Eduardo Calvo Sans. Adaptación: Lic. Enrique A. Rabe –Área de Comunicación Social del Ceride-.

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