DE AQUÍ, Y DE ALEMANIA TAMBIÉN

Primera parte de la entrevista al Dr. Alberto Cassano* -quien se dedica al estudio del abatimiento de contaminantes por acción de la luz artificial o solar-, de regreso en Santa Fe tras un año en Europa, donde continuó su actividad científica y tecnológica.

¿Cuál es su campo específico de investigación?; ¿a qué se dedica actualmente?
Es el de la aplicación de métodos de la ingeniería química al tratamiento de problemas de contaminación ambiental, con mayor énfasis en la que afecta los recursos acuáticos, pero comenzando a abrir líneas de trabajo vinculadas con la del aire. En el grupo que integro nos concentramos en todo lo que sea la aplicación de radiación, artificial o solar, para poder realizar estos procesos de descontaminación. Para ello, ejecutamos una serie de proyectos financiados por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, el Conicet, la UNL y, hasta hace poco tiempo, por la Unión Europea.

¿Se ha vinculado su trabajo con el mundo empresario de la región?
Hay varias empresas que recurren al Intec, pero no tengo todavía un fuerte vínculo con ellas en la aplicación de mi trabajo actual. Sin embargo, me parece que eso también es, en cierto modo, producto del contexto local. Cuando estuve en Alemania (enero ’99; enero 2000), haciendo las mismas cosas que hago en la Argentina, tuve, en cambio, buena vinculación con empresas alemanas. Creo que esto se debe a que aquí todavía no hay una conciencia fehaciente de que existen muchos problemas de contaminación que se pueden resolver, y que algunos de ellos se pueden solucionar con el aporte de científicos y técnicos locales.
Otras áreas del propio Intec han tenido más éxito y, algunos grupos -tales como el que trabaja en la optimización de la operación de procesos industriales; en tecnología de alimentos o en química fina, por nombrar unos pocos- tienen buenos contactos con empresas nacionales. Y, sin duda, estimo que estas relaciones dependen mucho del área de que se trate. Nosotros estamos trabajando en un tema que es muy "de punta", aspecto que resulta más atractivo para empresarios en países con mayor tradición de innovación tecnológica. Empero, creo que, personalmente, he hecho abundantes aportes vinculados con la aplicación de la ciencia. Durante seis años dejé de publicar para trabajar en el famoso proyecto de la Planta de Agua Pesada para la Cenea -energía atómica-.
Y a esta altura de mi vida he optado por dedicarme a algunos temas de punta dentro de lo que es "la ciencia de la ingeniería", procurando, sí, que tengan aplicación, pero sin que por ello me desvele porque no tenga ahora una empresa interesada en lo que estoy haciendo. En mi opinión, el problema no es sólo mío, porque cuando en Alemania hice lo mismo que hago aquí, hubo interés empresario en mi trabajo. Pienso que en estos tiempos modernos, si nuestros industriales desean ser competitivos, en algún momento comprenderán que no todo se puede importar, y que nosotros también podemos innovar.

¿Cómo ve el presente y futuro de la actividad científica argentina y local?
Si me atengo al hoy, diría que las nuevas autoridades nacionales no han dado a conocer aún ninguna definición importante relacionada con lo que se piensa hacer en el campo científico y tecnológico. Cuando desde el exterior leí las declaraciones del Dr. Caputo, el nuevo Secretario de Ciencia y Tecnología, en las que pedía plazo hasta marzo para informar sobre su plan de actividades, pensé que quizá el objetivo inmediato era reflexionar muy bien sobre qué es lo que se puede hacer sabiendo que hay muchas limitaciones de recursos, cuyo uso debe optimizarse. Luego, me es muy difícil formular una opinión porque no conozco exactamente qué planes se implementarán. Me empezaría a preocupar mucho si el resultado fuera una política de achique. En educación, ciencia y tecnología sería continuar con la estrategia de ir siempre "a pérdidas".

Sin embargo, ya se han producido algunos cambios, ¿verdad?
Así es; la Secretaría ha conformado tres grandes campos de trabajo: no sólo Ciencia y Tecnología sino también Innovación, y un tercero que, creo, es la Informática, aunque no figura en la nueva denominación; son las tres coordinaciones importantes que se han creado en el organismo. Pero, independientemente de los cambios que se diseñen, pienso que la situación en el mediano plazo es grave, porque, en mi percepción, la brecha en materia de disponibilidad de recursos, de comunicación y, sobre todo, de participación en lo que es la "universidad internacional" se ha agrandado demasiado. La universidad que formamos los científicos del mundo requiere comunicación y presencia que, a nosotros, viviendo muy lejos del Hemisferio Norte, nos resulta muy costoso. Lo pude comprobar en Alemania: con el mismo costo de un viaje desde la Argentina a un congreso en EE.UU. o en Europa, pude asistir y presentar nuestros trabajos en cuatro eventos realizados en ese continente y en EE.UU.


¿Y cuál es la ventaja de participar en los congresos?

Hoy, en la forma como se desarrolla la ciencia, los científicos, por falta de tiempo, leen sólo lo que saben que les va a interesar, y para ello, en general, primero escuchan en los buenos congresos. Si uno no tiene presencia en tales encuentros pierde la información y deja de transmitir la propia. Más tarde, cuando ésta aparece escrita ya es vieja, porque desde que se produce hasta que se publica un resultado, siempre que haya tiempo para leerlo, habrá pasado mucho tiempo. Así, al asistir a un buen congreso, en tres o cuatro días uno se informa de una gran cantidad de cosas que le llevaría muchas horas de lectura para poder tener el mismo resultado. De modo que, la escasez de recursos no sólo se refleja en menor equipamiento, o en la ausencia de elementos que no podemos comprar, sino que nos va alejando de lo que se está haciendo en el resto del mundo por una causa que es, sobre todo, económica. Y creo que, como están las cosas, si bien Internet ayuda, lo hace en forma muy parcial, porque la comunicación que se puede tener vía Internet es con lo que se conoce que existe. Pero no tengo acceso a aquello que solo puedo saber que existe con un gran esfuerzo de tiempo, que no tengo, y dinero, para acceder a todas las publicaciones, que tampoco tengo. Insisto, asistiendo a dos o tres congresos, con tres días en cada uno, se tiene un pantallazo de todo lo que se está haciendo en el mundo. Luego podemos dedicarnos a profundizar en lo que más nos interesa.

(*) Es Ingeniero Químico -FIQ (UNL)- y doctor en esa especialidad -Universidad de California (EE.UU.)-. Es Investigador Superior del Conicet, Profesor titular Dedicación Exclusiva de la UNL, y Director del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec-Conicet-UNL) -Güemes 3450-. Asimismo, es miembro de diversas asociaciones científicas de nuestro país y del exterior, y ha recibido numerosos premios a su trayectoria.

El Dr. Cassano es responsable de la creación de: Departamento de Graduados de la FIQ (UNL) (1972); Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec) (1975); Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride) (1976), que dirigió hasta 1980; Programa Especial de Matemática Aplicada (Pema) (1977) (hoy, Instituto de Matemática Aplicada del Litoral -Imal-); Instituto de Desarrollo y Diseño (Ingar) (1980), juntamente con el Dr. Ramón Cerro; Programa de Posgrado de Doctorado en Ingeniería Química -habiéndose graduado, en 1984, los primeros doctores en la historia de la Argentina-. Es cofundador y primer presidente alterno del Comité Nacional de Catálisis; fundador y primer presidente del Comité Argentino de Transferencia de Calor y Materia (Camat); fundador y primer vicepresidente de la Sociedad Argentina de Enseñanza de la Ingeniería (SAEI).

Entrevistó: Lic. Enrique Alberto Rabe -Area de Comunicación Social del Ceride-.

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