Visión comparativa: Santa Fe y el mundo
Continuación de la entrevista al Dr. Alberto Cassano* -quien se dedica al estudio del abatimiento de contaminantes por acción de la luz artificial o solar-, de regreso en nuestra ciudad tras un año de estadía en el país europeo, donde continuó su actividad científica y tecnológica.
¿Qué motivó su viaje a Alemania?
Obtuve un Premio "Humboldt", que en la práctica significa
dinero para trabajar allá. Así, desde enero hasta julio del 99 estuve en Hannover,
en el Instituto de Energía Solar, trabajando con el Dr. Bahnemann, mi primer anfitrión.
Allí nos vinculamos con las empresas Volkswagen y Rohm. En la automotriz, con la
participación de los fabricantes de tubos de plástico transparentes a la radiación
ultravioleta (Rohm), desarrollamos una planta piloto solar para tratar una parte de los
efluentes de una fábrica de VW en Brasil, y así reciclar en un 100% las aguas de
desecho.
¿Es una planta piloto grande?
En cierta medida sí, con una superficie colectora de casi 35 m2, y ya
está funcionando eficazmente en Brasil. Claro está que la planta real -ya no la
"piloto"- debería tener una superficie colectora solar equivalente a dos
estadios grandes de fútbol. ¿Y por qué se interesan las dos empresas privadas en una
solución como ésta? Porque la energía solar es gratis, y porque los reactores de Plexiglas,
aunque poco costosos, serán muchos. Por mi parte, pienso que para ambas va a
ser una excelente propaganda.
¿Desarrolló otra actividad dentro de su trabajo académico?
Sí, colaboré con Detlef Bahnemann en la supervisión de Gerd Sawage,
un doctorando alemán que terminará su tesis dentro de ocho meses, y para la cual
recogió toda la información preliminar en Santa Fe. El Ing. Sawage ha venido tres veces
aquí para discutir aspectos de su investigación que están totalmente basados en
nuestras teorías. Además, con el grupo de Hannover también publicamos trabajos en este
período, y con el citado profesional sucederá otro tanto.
La segunda mitad del 99 transcurrió en la ciudad de Karlsruhe,
¿verdad ?
Exacto, período en el cual viajé con frecuencia para asistir a
congresos. Allí, junto con mi anfitrión, el Dr. Braun, supervisé a dos estudiantes
brasileños y continué con la corredacción de un libro de mi especialidad (en inglés),
en el que participará también el Dr. Alfano, investigador del Intec. Cuando regresé a
Santa Fe mi parte del libro, a la que aún le falta mucho pulido, quedó terminada. Ahora,
André Braun y yo negociamos con una editorial suiza buscando que sea un libro barato, al
alcance de los estudiantes.
¿Qué reflexión le merece el sistema de educación superior alemán?
Alemania es un país del llamado Primer Mundo, con
muchísima menos injusticia social que la Argentina, y que compite en igualdad de
condiciones con Francia y Japón, aunque no con los EE.UU. En ese contexto, la Educación
es primera prioridad en serio, y el Estado cubre los costos totales de la misma, en
todos sus niveles, u obliga a los padres a hacerlo. Le doy un ejemplo: para ir a la
Universidad, los estudiantes que no pueden costearse los gastos, vestimenta y alojamiento
hacen una declaración jurada con los ingresos de sus padres, y si se comprueba que no los
pueden afrontar, el Estado les otorga condiciones muy ventajosas para que estudien. Una
vez graduados deben reintegrar -casi sin interés- los recursos recibidos, pero solo
cuando estén en condiciones económicas de hacerlo.
Y otro detalle: si el equivalente a la Afip comprueba que el estudiante
solicita una beca aunque sus padres puedan financiarle sus gastos, el Estado puede
obligarlos a pagar la educación de sus hijos. Como en todos los países del mundo,
siempre hay trampas, pero la regla es clara y los castigos durísimos. Lo sucedido con el
excanciller (Kohl) es una prueba de ello. Y creo que, en definitiva, asignarle importancia
a la Educación significa que el Estado asuma todos los costos.
¿Cuál es el mecanismo de ingreso a la universidad?
El sistema de ingreso es justo para Alemania, y muy severo; está en
función directa al resultado del examen final que se puede optar por rendir al concluir
el bachillerato. El estudiante elige las áreas en las que quiere rendir el examen, pero
si escogió y logró hacer un examen excelente en arte y deportes, no puede pretender
ingresar en una Facultad de Medicina; para ello, deberá haber rendido un buen examen en
biología y química. Luego, podrá tener la opción de estudiar Medicina, lo que
dependerá de la cantidad de puestos libres que haya en Alemania para estudiarla. También
hay un "ranking" implícito de universidades: si el examen es flojo, no podrá
elegir ingresar en la universidad más prestigiosa; deberá ir a otra. Y si es más flojo
aún, tendrá que elegir otra carrera con menos demanda. Pero si tiene vocación para
estudiar en la Universidad, en algún lugar y en alguna profesión podrá hacerlo. Las
oportunidades de elegir lo que más le gusta son proporcionales a su aplicación durante
el bachillerato. Claro está, por tratarse de un contexto social muy diferente, nada de
esto es extrapolable a nuestro país.
En investigación y desarrollo, ¿qué surge de comparar ambos países?
Aquí tenemos que pelear por los recursos igual que los alemanes, la
única diferencia es que, cuando hacemos un determinado esfuerzo, comparable al de ellos
para conseguir recursos, sabemos que nuestras aspiraciones son la décima parte de las
suyas. ¿Por qué? Porque todos tenemos calibrado cuánto le podemos pedir a los
respectivos sistemas. De modo que, complementando eso con una razonable participación por
parte del sector industrial en la cofinanciación de proyectos, nuestra situación es de
clara desventaja. Pero añado otra: si mi colega alemán necesita una droga nueva, o un
producto químico nuevo, lo pide por teléfono y en 72 horas lo tiene sobre su escritorio,
al costo alemán.
En cambio, si yo quiero lo mismo, tengo dos alternativas: lo pido, pago
todos los recargos de Aduana -con lo cual el costo es el 200 o 250% más del que paga mi
colega alemán por el mismo producto-, y lo tengo en un plazo de 30 días. O decido no
pagar el recargo de Aduana, con un costo que será un 30 o 35% mayor (trámites, embalaje,
flete, despachos, etc.), y esperarlo 6 u 8 meses, tiempo que se toma el Estado argentino
para autorizarme la excepción al pago de los recargos aduaneros.
Si se trata de bibliografía, nuestras bibliotecas están muy
despobladas, y tenemos que recurrir al exterior, con un costo mayor y una demora muy
grande. En Alemania, desde mi computadora, vía la Web, pedía la publicación a la
Biblioteca, y volvía escaneada a mi PC en 24 horas. Si la publicación estaba en la
universidad, el costo era "0"; si había que traerla de otra parte, el costo era
de 3 marcos (bastante menos de $ 2). De modo que el problema no es solamente de costos,
sino de costos relativos porque mis presupuestos son menores, mis costos son mayores, y
mis tiempos son muy largos. En resumen, siempre estamos trabajando en condiciones
desventajosas.
Finalmente, he sabido que le han otorgado un premio en EE.UU., ¿de
qué se trata?
La Asociación Internacional de Profesores de Ciencia e Ingeniería del
Medio Ambiente me nombró "El Profesor Distinguido de 1999", galardón que
implicó que yo dictase dieciséis conferencias en universidades de aquel país...en
treinta días. Así, tuve que visitar doce ciudades. Este ritmo de viajes fue muy
complicado, y me afianza en mi idea de que algunos de los premios que nos dan a los
científicos son, en muchos casos, una manera de forzarnos a que trabajemos mucho más.
(*) Director del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec-Conicet-UNL). Entrevistó: Lic. Enrique A. Rabe (Comunicación Social; Ceride).
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