CD-ROM*, ¿EL FIN DEL LIBRO?
- La innovación tecnológica casi siempre es paradójica: nos sorprende, pero nos negamos a otorgarle futuro. ¿Quién hubiera dicho que el videocasete competiría con el cine y ocuparía un lugar doméstico masivo?; ¿no dudamos, también, de la popularización de los relojes digitales y de los discos compactos, pero, luego, los hicimos nuestros?
- Las universidades mexicanas Autónoma y de Colima poducen ya algunos artefactos que quizá "revolucionen" uno de los objetos culturales de mayor "abolengo": el libro. La creciente presencia de los CD-ROM nos sitúa actualmente ante una pregunta fundamental: ¿son ellos los nuevos "papiros", o son la innovación que ¿matará" al libro?.
- Los CD-ROM son hoy desconocidos para las mayorías, pero cabría preguntarse si, dentro de algunos años, no nos serán tan "familiares" como los videojuegos.
Los viejos papiros: los problemas del libro.
- Sin dudas, uno de los símbolos de la Modernidad es el libro impreso: capaz de contener las palabras que permiten dialogar en silencio con vivos y muertos, lugar de encuentros y reflexión, portador de cultos y prestigios que, desde los tiempos en que se los copiaba uno por uno, hasta su composición mediante computadoras e impresoras laser, pasando por el inicio de su producción en masa -gracias a Gutenberg- ha mantenido su forma original: un conjunto de papeles impresos y empastados, nada más ni nada menos. Sólo eso.
- Sin embargo, el libro ofrece problemas para su producción, difusión y resguardo: es frágil. Su principal materia prima, el papel, tiene una rápida capacidad de degradación: en la fabricación del papel de los libros de hoy, a diferencia de antaño, se prescinde del trapo, y ese papel se trata con sustancias ácidas para blanquearlo y darle la textura deseada. Si, además, la impresión se realiza con materiales ácidos, la vida del impreso será seguramente efímera.
- Pero la finitud de los impresos en papel no sólo está marcada por su composición e impresión, también lo está por su delicadeza intrínseca: el sol, la humedad y otros agentes naturales afectan los libros, por lo cual su conservación requiere de lugares con temperatura y humedad controladas.
- Por último, el libro es, a veces, un objeto caro y está, en la mayoría de los casos, fuera del alcance del gran público que prefiere comprar otros productos, quizá más necesarios.
Los nuevos "papiros": CD-Rom.
- La aparición de los CD de música motivó que se investigara su uso como un medio para resguardar información escrita y, así, aparecieron los nuevos papiros: los CD-ROM, discos compactos idénticos a los musicales, con capacidad de contener textos.
- A simple vista, un CD-ROM y un CD de música son casi lo mismo: idéntico tamaño y material, un lado impreso con su título y otro que un rayo láser "lee" decodificando una escritura binaria; su única diferencia es que el uno contiene notas y voces que se escuchan, y el otro palabras que se proyectan a través de un monitor.
- Los CD-ROM resuelven gran parte de los problemas que tenía el libro: duran más que el papel; los agentes naturales y sustancias ácidas no los afectan; su conservación exige lo mínimo, sólo protegerlos del calor excesivo; los espacios para guardarlos son reducidos y, sobre todo, su capacidad para almacenar textos es asombrosa, muy superior a la del libro: podría decirse que en un CD-ROM se podrían contener cerca de 200 novelas de un regular espesor, o una biblioteca de 10.000 volúmenes en 50 cajitas de plástico.
- Otras virtudes: los CD-ROM mexicanos cuestan entre 20 y 170 dólares, bastante menos que 200 novelas.
A la lectura de los nuevos papiros...
- Para leer los nuevos CD-ROM se necesitan, en términos generales, unos aparatos más o menos accesibles y ya conocidos por una buena parte del público y las instituciones:
- una computadora,
+ un sistema operativo DOS, versión 3.3 o posterior,
+ 640 KB de memoria RAM y drive de alta densidad,
+ 1.5 MB de espacio en disco duro,
+ un lector CD-ROM.
- Ya con todo esto, el CD-ROM se introduce de manera similar a un CD de música y...a leer!.
Algunas novedades en CD-Rom:
- Hoy, la mayoría de los CD-ROM están dedicados a diversos bancos de datos. Sólo algunas editoriales han transformado sus enciclopedias -principalmente- en estos nuevos papiros. El prestigioso Fondo de Cultura Económica (FCE), editorial de habla hispana, ha lanzado al mercado su primer CD-ROM, el "Catálogo 1934-1990" del FCE, el cual contiene 4138 fichas, reseñas e imágenes de los títulos publicados por él desde su fundación hasta hace tres años. Además, se pueden buscar los volúmenes del FCE por autor, título, clave de la editorial, clasificación de la "Library of Congress", sistema decimal de M. Dewey, encabezamiento y asiento secundario. También se puede lograr la impresión de fichas catalográficas para biblioteca en español, francés, inglés y portugués.
- ARIES, otro CD-ROM azteca, contiene información sobre 10.000 proyectos de investigación que se realizan en más de 30 instituciones de educación superior y centros de investigación, distribuídos en los distintos Estados del país, e incluye el currículum de sus participantes, con lo cual los nexos entre los distintos espacios de producción del conocimiento y el acceso a los trabajos producidos por los científicos se han facilitado en gran medida.
- Así, pues, el CD-ROM aparece como una excelente sustitución del libro y se convierte en un nuevo papiro que, tal vez, logrará materializar el sueño de poner la palabra, el libro, la información, al alcance de todos. El CERIDE -Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe- ya dispone del "Science Citation Index" ("Indice de Citas Científicas", 1993) en CD-ROM, obra fundamental de la literatura científica que permite obtener datos bibliográfico-técnicos de publicaciones internacionales, accesible por distintos campos de búsqueda, tales como autor, título y otros. Una ventaja de este CD radica principalmente en la velocidad de acceso en las búsquedas. El SCI abarca las ciencias Exactas, Físicas, Naturales y Médicas.
- * Compact-Disc, Read Only Memory: "Disco compacto-Memoria de lectura solamente".
- (C) CERIDE
- "Información Científica y Tecnológica", N° 197, México