VIVIENDA MASIVA Y DESARROLLO DE TECNOLOGIAS APROPIADAS (*)

El CEVE (Centro Experimental de la Vivienda Económica)**, de la ciudad de Córdoba, fue galardonado con el premio "Mercociudades de Ciencia y Tecnología" en mérito a sus acciones que, en la Argentina, Brasil y Uruguay, contribuyeron al mejoramiento de la calidad de vida de los sectores sociales de escasos recursos.
Una brecha creciente: En momentos en que la tecnología de punta acelera la brecha entre ricos y pobres, la tecnología apropiada y apropiable surge, con ejemplos como éste, como un medio eficaz de contribuir -con visión socio-técnica-económica latinoamericana- a resolver el problema del hábitat de los sectores mayoritarios y pobres, y a generar, a la vez, nuevas fuentes de trabajo. El galardón mencionado resulta igualmente relevante por provenir del  ámbito de la acción municipal, donde, seguramente y en forma progresiva, se ha de jugar el futuro de la democracia social y se podrá concretar una creciente participación anhelada por los pueblos, la que conducir  a la resolución masiva de las dificultades en relación con los servicios, el hábitat, la salud, la educación y, aun, el desempleo. Por encima de las atávicas divisiones que han enfrentado a la raza humana a través de siglos de desencuentro, vamos inaugurando, paso a paso, un tercer milenio (entre luces y sombras), pero a partir de nuevos caminos convergentes que, como el del MERCOSUR en América Latina, pueden llegar más allá  de un mercado común, para comenzar, de la cima a la base, y también de abajo hacia arriba, a compartir el destino solidario de la Patria Grande, como lo soñaron nuestros mayores.
Aspectos de nuestra realidad: Hoy no podemos dejar de ver el manto de penumbra que se extiende con el aumento del desempleo y la pobreza, y su secuela de hambrunas, frustración, violencia e ingobernabilidad de la vida ciudadana, en nuestros pueblos sufridos y tan jóvenes... Sin embargo, las propuestas de la Modernidad, a fines del siglo pasado, prometían ser garantes del progreso indiscriminado del hombre y generadoras de su liberación y felicidad, a partir del desarrollo científico-tecnológico y el intercambio universal. Flagelos y desigualdades desaparecerían con el sometimiento de la naturaleza y con el aumento de la producción industrial en la era del desarrollo irrestricto. No obstante, parece que, en gran medida, la sociedad de consumo, encandilada por el crecimiento material de determinados países o sectores, puede olvidar, en una era de abundancia jamás imaginada, que "el número de personas de extrema pobreza ha crecido de 1000 a 1300 millones en 5 años", como acaba de señalarlo James Wolfensohn, nuevo presidente del Banco Mundial. El estilo tecnológico desarrollado en el Norte, por un lado, nos ha llevado a Marte y a la Luna, y a extraordinarios logros en Medicina, Ingeniería, Electrónica, por citar unos pocos, aunque, por el otro, nos enfrente a los peligros de la devastación de la naturaleza, a las armas más crueles y a la exclusión de las masas en la construcción del mundo y la generación del propio sustento. Como dice Michel Rocard (político francés contemporáneo): "Nunca hemos estado más cerca de cumplir el viejo deseo socialista de liberar al hombre de las penurias del trabajo agobiador e inhumano, gracias a la tecnología. Pero debemos tener en cuenta que, estando tan próximos al cielo, podemos pisar también las puertas del infierno". Sin embargo, "la condición de sobrevivencia y paz de la Humanidad pasa por el coraje que ella pueda tener para encarar, con razón y justicia, el porvenir, con las herramientas adecuadas", como lo acaba de afirmar Juan Pablo II. Déficit habitacional y posibles soluciones En este contexto, tenemos en nuestro país un déficit de arrastre de 3 millones de viviendas (entre "faltantes" y "mejorables"), y un promedio de 140 mil matrimonios nuevos por año, que demandan vivienda y, consecuentemente, hacen crecer aquellas cifras pues las políticas públicas tradicionales, con visión de vivienda costosa y tradicional, entregada "llave en mano", no han podido, en las tres últimas décadas, solucionar dicho déficit... Se hace imprescindible, entonces, alentar nuevas propuestas concurrentes que posibiliten: a) el desarrollo y adopción de tecnologías, métodos y diseños; b) estrategias de vivienda "progresiva" (núcleo, semilla, nuevos materiales, elementos y sistemas); c) estudios urbanos y de uso y distribución de tierra que incluyan la infraestructura y servicios primarios; d) el otorgamiento de créditos blandos, etc., todo ello en relación a propuestas concretas de orden local, regional, nacional. Por otra parte, la globalización va a acelerar la importación indiscriminada de materiales y "kits", fabricados con gran valor agregado, que deberían ser cubiertos por nueva tecnología local. "Priorizar" es la tarea Sin embargo, la participación del sistema científico- tecnológico y de las universidades en este campo es escasa; como escaso ha sido también el interés de la industria de la construcción por salir de un proceso conservador en Términos de innovación tecnológica y formas de gestión y producción del hábitat popular. Luego, es necesaria una impostergable reacción del Estado, orientando la priorización de las  reas de investigación, con realismo y sensibilidad social, apurando la salida de la "torre de marfil" y abriendo caminos para soluciones masivas y de exportación tecnológica a los vecinos del Mercosur.
(*) Por el Arq. Horacio Berretta, Director del CEVE; Asesor del Programa HABITED (Ciencia y Técnica para el Desarrollo de América Latina-CYTED).
(**) Asociación de Vivienda Económica (AVE) - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
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