POTENCIAL ECONÓMICO-FITOQUÍMICO*
DE LA CUÑA BOSCOSA SANTAFESINA

La necesidad de contar con nuevos productos para el bienestar general de la Humanidad ha llevado al hombre a buscar, permanentemente, las oportunidades que brinda la Naturaleza. Y en esa búsqueda ha llamado la atención, de profesionales e investigadores locales, la potencialidad que ofrecen las especies vegetales autóctonas de la Cuña Boscosa (CB) de nuestra provincia. Sobre ellas se centran investigaciones actualmente.

No está demás recordar que...
la provincia de Santa Fe está ubicada geográficamente dentro de la denominada Región Litoral. En su parte norte, entre los paralelos 28 al 30, y los meridianos 59 y 61, aproximadamente, se halla la denominada CB santafesina, donde existen unos 25.000 km2 de bosques en los que sólo se explotó el corte del Quebracho colorado, para la obtención del tanino, actividad que desarrollaron los alemanes desde 1890 hasta 1918. Luego, las fábricas pasaron a manos inglesas hasta su cierre en los años ’60.
Con el levantamiento de este eje productivo, la situación socioeconómica de toda la región norte de la provincia se fue asentando básicamente en dos cultivos: algodón y caña de azúcar, los cuales, al no poder incorporar tecnología de punta, han comenzado a decrecer en sus rendimientos cuali-cuantitativos. La soja, que en un momento surgió como alternativa, no ha alcanzado los rindes productivos esperados. Por otra parte, ha tomado un buen ímpetu el desarrollo de la ganadería vacuna -para obtener leche y carne-, así como también se avizora un excelente futuro en el tema de forestación.
Paralelamente, se han comenzado a implementar algunos proyectos de integración horizontal del tipo apícola-foresto-aromáticas**, que, se espera, comiencen a dar sus frutos dentro de 2 a 3 años.
Por lo expuesto, las producciones alternativas, como son las aromáticas y medicinales, deben ser tenidas en cuenta como un aporte para contribuir al desarrollo de un polo productivo para la región, sobre todo a fin de poder cimentar un mojón de esperanza para las nuevas generaciones que, en caso contrario, deberán emigrar. Por lo tanto, es necesario comenzar a investigar con profundidad las especies vegetales no estudiadas, las que, de acuerdo a los primeros avances realizados, pueden convertirse en potenciales usinas generadoras de nuevos fármacos, exóticos perfumes y suplementos dietarios.

Especies nativas, la gran posibilidad
La CB nos ofrece un potencial económico en especies vegetales nativas de uso medicinal, alimenticio y aromático, que crecen en forma espontánea, y que presentan un valor comercial muy interesante para canalizarlo en emprendimientos agroindustriales alternativos, que pueden brindar salidas laborales y mejoras sociales.
No es novedad que el origen de los medicamentos proviene, en su mayoría, de las funciones farmacológicas de las plantas; como tampoco lo es que el 60% de los medicamentos actuales tiene un componente directo o derivado de origen vegetal, y es por esta razón que los grandes laboratorios están destinando elevados aportes monetarios y personal técnico a investigar para descubrir nuevas moléculas con alto poder curativo.
Al mismo tiempo, para satisfacer la demanda del mercado, la industria de los perfumes ha comenzado a exigir sustancias exóticas naturales que combinen el bienestar general con la agradabilidad aromática. Y hay numerosas especies en condiciones de dar respuesta a esta exigencia.
Si se tiene en cuenta que el descubrimiento de un nuevo producto medicinal puede costar de 3 a 8 millones de dólares estadounidenses; el de un producto veterinario, de 2 a 4 millones; y el de un cosmético, 1 millón, y que luego, en la faz comercial esto puede llegar a multiplicar las ganancias por 100, se deduce fácilmente la magnitud económica que es capaz de aparejar el descubrimiento de una nueva molécula derivada de una especie vegetal. Podemos agregar a lo anterior que, estimaciones realizadas, permiten hablar de la existencia de aproximadamente 500 especies que nunca fueron estudiadas; lo referido nos da una idea del potencial económico-fitoquímico que atesora la CB.

"Asociarse" es la clave
Para poder llevar a cabo este tipo de desarrollos es necesario interactuar, en forma asociativa e interdisciplinaria, con entidades que posean equipamiento tecnológico de alta performance operativa para obtener resultados confiables y rápidos, y poder realizar la transferencia de tecnologías al sector productivo.
En principio, metodológicamente, el curso a seguir comprende: 1) identificación botánica de las especies vegetales consideradas de interés, tomando como referencias usos locales y abundancia de las mismas en la región; 2) obtención de los extractos crudos y de los principios activos y bioprospectores(***); 3) realización de los ensayos farmacológicos y observación de su potencial medicinal, perfumístico y dietario.
El estado de avance en la ejecución del Programa de Plantas Aromáticas y Medicinales (PPAM), que enmarca todo lo antes mencionado, permite estimar un futuro alentador para esta actividad, la que, por primera vez, se realiza en tal grado de detalle en nuestro territorio.

Por el Ing. Heriberto Elder, del P.P.A.M. (Convenio Magic-Conicet-UNL).

(*) producto químico de origen vegetal.

(**) sistema entrelazado de cultivos agroindustriales, aprovechado por las abejas.

(***) moléculas que, dentro de la planta, y mediante una activación externa, pueden generar nuevas sustancias para posteriores síntesis químicas. El concepto es hacer "trabajar" a la planta como un "biorreactor".

Adaptación: Lic. Enrique A. Rabe – Area de Comunicación Social del Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride).

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