LOS "DUROS" DEL OXIGENO
por María Julieta Parma de Croux *

     Numerosos hábitats dentro de los ecosistemas de los grandes ríos pueden presentar, en determinados momentos, condiciones físicas y químicas extremas que requieran adaptaciones especiales por parte de los peces que en ellos viven. Estas variables constituyen "factores de stress", definiendo el "stress" como la suma de respuestas fisiológicas por las cuales el organismo trata de mantener o reestablecer su normal metabolismo en tales condiciones.

Cuando el oxígeno es insuficiente para satisfacer las necesidades energ´ticas mínimas de los peces, sobreviene la muerte por asfixia. Tal situación puede ocurrir en la naturaleza en períodos estivales y en ambientes acu ticos de reducido volumen, aislados de los cursos de agua principales y sometidos a un proceso de desecación, en donde los peces estarían expuestos a elevadas temperaturas y, consecuentemente, bajos tenores de oxígeno, y sin posibilidades de "escapar" de las condiciones adversas.

De otra manera, en cursos de agua donde ésta corre, se reemplaza permanentemente y reoxigena por turbulencia, es poco probable que se puedan originar muertes naturales por falta de oxígeno.

Aun así, la fauna de peces que habita cuerpos de agua, que en determinada época del a&ntildeo pueden presentar bajas concentraciones de oxígeno, es muy importante, tanto en biomasa como en diversidad de especies, y ha desarrollado adaptaciones anatómicas, fisiológicas y etológicas (de comportamiento) para sobrevivir, inclusive, en condiciones extremas.

Las principales categorías de respuestas de los peces a las disminuciones de oxígeno podrían sintetizarse en:
2
) Cambios en la actividad;
2
) Uso de la respiración aérea;
3
) Respiración acuática de superficie y
4
) Desplazamientos horizontales y verticales del hábitat.

Se ha comprobado que los peces son capaces de detectar la hipoxia (disminución de oxígeno) ambiental y, en tal sentido, el cambio de h bitat constituye una frecuente respuesta de comportamiento cuando la heterogeneidad espacial les permite variar la disponibilidad de oxígeno por movimientos horizontales y verticales en el cuerpo de agua; en este caso, "nuestros peces" no son una excepción a la regla.
Algunos ejemplos pueden servirnos para ilustrar ciertas estrategias adaptativas:
- Las conocidas "anguila criolla" (Synbranchus marmoratus)
"anguila morena o flecuda" (Gymnotus carapo);
el "quitasueños" (Corydoras spp.);
el "cascarudo" (Hoplosternum littorale)
y muchas especies de "viejas del agua" (Loricaridos), por citar sólo algunas, pertenecen al grupo de los respiradores bimodales, caracterizados por su capacidad para utilizar tanto el oxígeno del agua como el del aire.

     - Otras especies, como el "pacú" (Piaractus mesopotamicus); el "pacucito" (Mylossoma duriventris); la "golondrina" (Triportheus paranensis); el "pechito" (Thoracocharax stellatus) y varias especies de "mojarras" est n capacitados para realizar la respiración acuática de superficie, que les permite utilizar con éxito la película superficial (en contacto con la atmósfera) oxigenada del agua.

     - Ciertas especies, de reconocido valor económico y deportivo, como el "sábalo" (Prochilodus lineatus); el "bagre amarillo" (Pimelodus clarias maculatus); el "moncholo" (Pimelodus albicans) y la "tararira" (Hoplias malabaricus malabaricus) habitan tanto los cursos de agua principales como las innumerables lagunas del valle aluvial del río Paran  que, con frecuencia, presentan gran desarrollo de vegetación acuática, alta carga de materia org nica y bajos valores de oxígeno. Proyectos de investigaci¢n llevados a cabo en el Instituto Nacional de Limnología han demostrado que estas especies son ejemplos de una elevada resistencia a condiciones extremas de oxígeno por prolongados períodos.

     Por lo dicho anteriormente, y convencidos de que aún son muchas las incógnitas por develar en el campo de la fisiología respiratoria de los peces, surge claramente que un grupo muy importante de peces de nuestra fauna íctica ha desarrollado mecanismos adaptativos que les permiten "sobrevivir" por diferentes períodos de tiempo a condiciones extremas de oxígeno, o habitar ciertos cuerpos de agua a los que otras especies, con mayores requerimientos, no pueden acceder.

     El comportamiento de estas especies revela un profundo ajuste natural de la fauna de peces a la heterogeneidad ambiental, característica de estos sistemas acuáticos de alta complejidad. Su conocimiento es de fundamental importancia a la hora de evaluar la biodiversidad y ecología de nuestras comunidades ícticas y/o de tomar decisiones sobre su correcto manejo y producción.

(*) Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Se desempeña en el Instituto Nacional de Limnología (INALI)
José Macía 1933 (3016) Santo Tomé (Santa Fe)

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