Especialistas de la
Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
descubrieron que algunas plantas aromáticas generan sustancias
capaces de combatir piojos y mosquitos, estos últimos, un flagelo
que ya causó muertes en Córdoba. Además, la vegetación
podría utilizarse como antibiótico y antioxidante en la
industria alimenticia. Los estudios se financian a través del Conicet
y de organismos locales.
Aplicaciones
de aceites
En América Latina aún no existe la tradición de emplear
aceites esenciales para diferentes tratamientos. Sin embargo, un nuevo
hallazgo científico en “La Docta” podría cambiar la actitud
hacia los beneficios que brindan los productos vegetales. Al respecto,
especialistas de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
(FCEFyN) de la
UNC están
abocados a encontrar aplicaciones alternativas de los aceites esenciales*
que se extraen de la flora regional. Así, el grupo dirigido por
Julio Zygadlo, profesor de química orgánica en la Escuela
de Biología, encontró que el té de burro, un eucalipto
tucumano y el suico - maleza de los cultivos de soja- hasta pueden repeler
insectos. Tales plantas locales proveen una sustancia aromática
que combate mosquitos y piojos, sin irritar la piel. Y, al parecer, se
trata de un hallazgo importante si se considera que, según confirmó
el Ministerio de Salud mediterráneo, cinco personas murieron entre
febrero y abril de este año a raíz de la encefalitis viral
producida por la picadura de mosquito.
También
en la industria alimentaria
Tras relevar más de 60 plantas aromáticas del país,
y mediante bioensayos, los científicos demostraron otras formas
de aprovechar los aceites esenciales. Entre los resultados obtenidos se
destacan las propiedades antioxidantes de algunas de estas sustancias
para la conservación de alimentos. Al respecto, los investigadores
trabajan con especialistas de la Facultad
de Ciencias Agropecuarias en un proyecto de producción de maníes
recubiertos con aroma a pizza. “La idea”, señala Zygadlo, “es que
el aceite esencial del orégano funcione como un aromatizante del
maní, y le otorgue un valor agregado”. Según el docente,
los aceites esenciales de algunas plantas locales tienen, en dosis terapéuticas,
“una muy buena actividad antimicrobiana contra cepas resistentes a antibióticos”.
Estos estudios se llevan a cabo en la FCEFyN,
financiados por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de
la “Casa de Trejo”, la Agencia Córdoba Ciencia y el Conicet.
Se trata de investigaciones básicas tendientes a considerar las
necesidades del medio y a compartir e integrar conocimientos con equipos
de otras facultades y universidades.
Participación
de botánicos y comunidades nativas
Para relevar los vegetales aromáticos los investigadores recurrieron
a botánicos y a comunidades nativas del país, para saber
en qué y cómo utilizar ciertas especies. “El siguiente paso
fue corroborar si esos relatos folclóricos tenían alguna
base científica”, apunta Zygadlo. Una vez que la planta está
en el laboratorio, el aceite esencial se obtiene por hidrodestilación:
las hojas se calientan y hierven en una cámara con agua. La esencia
se evapora, y en un recipiente queda agua con aceite, que luego debe separarse.
Beneficio para
las aves de criadero
Científicos de las facultades de Ciencias
Químicas y de Exactas
encontraron que los aceites esenciales de orégano y romero pueden
tranquilizar a los animales, por ejemplo, pollos y gallinas de criadero.
Se busca comprobar si, al ingerir alimentos con aceite, logran bajar su
ansiedad (estrés) por hacinamiento, mejorando así el metabolismo
y la relación entre ingesta y peso final del animal.
Sobre la peperina
Los investigadores de Ciencias
Exactas descubrieron que el aceite esencial de peperina debe cumplir
determinados parámetros para que se lo pueda comercializar, y para
ello presentaron el estudio químico ante el Instituto Argentino
de Normalización y Certificación (IRAM).
Con esto buscaron darle un valor agregado a la planta y motivar a la gente
a cultivarla para evitar la extracción de manera silvestre.
(*) Líquido
volátil y aceitoso, de olor penetrante, constituido por alcoholes,
entre otros elementos. La mayoría se utiliza en perfumería
y medicina.
Fuentes: Portal
Universia y Hoy,
la Universidad (UNC).
Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (CS / Ceride-Conicet).
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