Necesidad de preservar los recursos genéticos forestales (*)

Nuestras selvas subtropicales del Norte del país contaban con numerosas especies forestales de gran valor, entre ellas: cedro, petiribí, incienso, lapacho, ibiraró, palo trébol, quina, tipa, cebil colorado, por citar algunas, muchas de las cuales han sufrido una abusiva explotación. Algunos de estos árboles crecen bien hasta la latitud de Buenos Aires, y han conseguido dar singular atractivo a ciertas avenidas y parques de la Capital Federal y alrededores, por la belleza de sus flores (jacarandá, lapacho, ibirá-pitá) o por su porte majestuoso (tipa, timbó).

Jujuy, Salta, Chaco, Formosa y Misiones

Las selvas y bosques de estas provincias están siendo devastados rápidamente; imágenes satelitales muestran a Misiones como la última reserva de selva paranaense. Zonas aledañas de Brasil y Paraguay revelan una desaparición casi total de la selva subtropical, la que ha sido sustituida por cultivos de soja y maíz. Taladores furtivos provenientes de Brasil penetran en la reserva de Yabotí y extraen los árboles más valiosos.

Para no perder irreparablemente estos vastos recursos genéticos forestales es necesario recoger semillas de árboles selectos antes de que sea tarde. En general, los que talan los árboles escogen los de mejor fuste y vigor, y dejan de lado los ejemplares débiles, mal formados y enfermos. Antes, la labor del hachero era lenta: ahora, la depredación con las motosierras es muy rápida. También lo es el hurto de rollizos.

¿Qué especies interesan?

Entre otras, las siguientes especies despiertan singular interés: pino Paraná (Araucaria angustifolia), cedro misionero (Cedrela fissilis), tarco o jacarandá (Jacaranda mimosifolia), tipa (Tipuana tipu), timbó u oreja de negro (Enterolobium contortisiliquum), peteribí (Cordia trichotoma), guatambú (Balfourodendron riedelianum). La extensa lista prosigue con quina, incienso, algarrobos, quebracho colorado, nogal criollo, guayacán, roble del país, palo rosa, por nombrar sólo algunas.

Los valiosos recursos forestales podrían ser preservados y evaluados en cuanto a la posibilidad de su futuro cultivo en acciones coordinadas. Debe evitarse que desaparezca la diversidad genética de estas especies para que la selección sea efectiva y los futuros cultivos tengan éxito.

Algunos pasos a seguir

Las acciones gubernamentales de organismos específicos, con el objetivo inicial de preservar la variabilidad genética de las especies más valiosas y más amenazadas, deberían comprender:

También en el sur

Una acción similar debería abarcar los valiosos recursos madereros del sur del país, asegurando, si hay explotación, que ésta sea sustentable para permitir la regeneración de los bosques. El aprovechamiento de esta riqueza debe ser muy controlado para evitar la devastación por parte de empresas cuyos intereses no siempre favorecen al país, como ocurrió con la explotación abusiva de los bosques de quebracho colorado para la extracción del tanino en el Chaco santafesino.

A toda costa debe evitarse la pérdida irreversible de los valiosos recursos forestales argentinos, cuya supervivencia es de gran importancia, no sólo por su valor maderero sino también porque, químicamente, muchos son poco conocidos y pueden tener futuros usos farmacéuticos, industriales, etc.

(*) Por el Dr. Juan H. Hunziker, Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y profesor de Genética en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Fuente: Revista "Ciencia e Investigación"; Tomo 51, N° 1 y 2.

Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe -Area de Comunicación Social del Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride), dependiente del Conicet-.

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