Entrevista con Luis A. Kieffer*, especialista en Química Ambiental, en relación con su trabajo de saneamiento del lago ubicado en el sur de nuestra ciudad.
¿Qué
es la Química Ambiental?
Es la rama de la química que estudia las fuentes, reacciones, transporte
y destino de las entidades químicas presentes en el aire, el agua
y el suelo, como así también sus efectos sobre la salud
humana y sobre el medio natural.
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Todos
estuvieron a cargo de científicos, profesionales y técnicos
de distintas disciplinas, con lo que se logró una visión
muy amplia de lo que sucede. Estos grupos, coordinados por el Centro
Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride
/ Conicet),
están vinculados al Instituto Nacional de Limnología
(Inali
/ Conicet
/ UNL), a la
Facultad de Ingeniería
y Ciencias Hídricas (UNL),
al Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria
Química (Intec
/ Conicet
/ UNL), al Ceride,
a la Universidad de Buenos Aires (UBA)
y a la Facultad
de Ciencias Agropecuarias de la UNER.
Todo ello prueba que no se puede encarar un estudio ambiental tomando
una sola rama del conocimiento; si así ocurriera, quedaría
fuera mucha información necesaria para buscar soluciones.
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No se encontraron niveles elevados de metales pesados ni de plaguicidas; desde el punto de vista químico, no existen situaciones anormales. Con respecto a los estudios bacteriológicos, a cargo del Inali, se descubrieron algunos desagües urbanos que vierten líquidos con altas concentraciones de bacterias -por encima de las permitidas-. En cuanto a peces, el informe del citado Instituto estableció que existe una escasa diversidad para la cantidad de ejemplares que se encontró. Basado en ese estudio, un investigador de la UBA analizó la posibilidad de hacer una siembra, pero antes se debe recuperar el lago. Con relación a las algas, también científicos del Inali comprobaron que hay algunas especies que pueden ser perjudiciales para la salud humana. Y desde el Intec realizamos estudios en base a la sonoquímica, que utiliza el sonido para destruir tóxicos presentes en el agua, y que podría aplicarse para disminuir la contaminación que producen las algas.
En definitiva,
el lago no está contaminado...
No por compuestos químicos, pero sí desde el punto de vista
bacteriológico, y sí también en cuanto a que tiene
una cantidad de algas por encima de los niveles aconsejables, capaces
de liberar compuestos tales como la geosmina -responsable del mal olor
que se percibe-, o las microcistinas -dañinas para nuestra salud-.
Pero, al estar
estancada, ¿esa agua no se pudre?
No está estancada porque, aparte de que la inundación de
2003 hizo ingresar agua, existe una bomba extractora del agua que las
perforaciones hacen llegar al lago en verano. Para mantener el nivel se
debe extraer el líquido. El problema radica en que la renovación
no es suficiente como para disminuir el desarrollo de estas algas.
¿Qué
opina de la idea de secar el lago, como algunos sugirieron?
Más que “secar”, yo diría “matar” el
lago. Sin embargo, también están los bienintencionados que,
por desinformación o porque parcializan la problemática,
proponen medidas tales como traer peces que sirvan para mantener limpio
el lago, o instalar un sistema de compuertas, alternativas inviables las
dos.
¿Por qué?
Debido a que, en el caso de las compuertas que permitirían utilizar
las aguas del Riacho Santa Fe, los investigadores del Inali demostraron
que éstas contenían un alto nivel de bacterias -por ejemplo,
coliformes fecales-, estudio que debimos corroborar ante la insistencia
de las propuestas. Luego, se utilizaría agua inadecuada para el
uso que se le quiere dar, a menos que se la tratase previamente.
¿Y en cuanto
a peces que se alimenten de algas?
Al respecto, la Dra. García, del Inali,
investigadora en algas, hizo un estudio sobre las que podrían ser
consumidas, y concluyó que no sería una metodología
aplicable.
En pocas palabras,
¿cuáles son las propuestas de ustedes en cuanto al lago?
En el informe que entregamos a la Municipalidad en 2002, se proponía
limpiar el fondo del cuerpo de agua -etapa que está por comenzar-,
mantener una recirculación de las aguas -que no se hace actualmente-
y, no menos importante, dejar de contaminarlo -prohibir que se lo utilice
como “basurero”-. Pero quiero destacar que ninguna propuesta
será viable, y no sólo de nuestra parte, si no hay continuidad
en las acciones a lo largo del tiempo; ése es el desafío.
(*) Licenciado y Magister en Química (UNL). Se desempeña en el Grupo de Química Ambiental y es Gerente del Área Preservación del Medio Ambiente (Unidad de Transferencia y Tecnología), ambas del Intec. Fuente: entrevista realizada por el periodista Antuco Francia en “Historias de Media Hora” -LRA 14 Radio Nacional Santa Fe; 24/4/04-.
Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe (ACS / Ceride).
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