"PARA OLFATEARTE Y SABOREARTE MEJOR..."


El LIS es el Laboratorio de Investigaciones Sensoriales que, bajo la dirección de la Dra. Miguelina Guirao, se halla en la Capital Federal, y depende del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -CONICET-.

Dentro del LIS existe el Grupo de Sentidos Químicos (GSQ) que tiene un Servicio de Prestaciones -único en el país- en el que se atienden pacientes con trastornos del olfato y/o del gusto. Este es, precisamente, un aporte del GSQ para que todos conozcamos sus tareas.

ENFERMEDADES QUE AFECTAN ESTOS SENTIDOS:

Los trastornos del olfato y el gusto pueden originarse en enfermedades de suma gravedad como tumores, enfermedades por autoinmunidad o de la sangre. Afortunadamente, esos casos son minoritaros. Pero, en los casos más frecuentes, producen como mínimo un cambio profundo en la calidad de vida.

En este sentido no sólo afectan la percepción de los sabores -exponiéndose así a toxiinfecciones de origen alimentario-, o la percepción de emanaciones gaseosas de sustancias peligrosas, que es lo que siempre se menciona. El reconocimiento de otras personas, la seguridad que nos provee el percibir el olor de nuestro cuerpo y las sustancias eliminadas por él en términos de higiene y de salud, el placer vinculado a los aromas agradables, son otras funciones no menos importantes que pocas veces se tienen en cuenta.

Las alteraciones del olfato y del gusto se manifiestan como: una disminución en la percepción, una pérdida completa de sensibilidad a olores y gustos, o una percepción distorsionada. En ocasiones se pierde la capacidad de oler algunas sustancias solamente; se trata de pérdidas parciales.

Las causas son múltiples. Puede tratarse de problemas locales como infecciones, alergia, tumores. O bien deberse a afecciones generales: trastornos hormonales, nutricionales, neurológicos, sanguíneos, intoxicaciones. Pueden ser causadas por un golpe en la cara o la cabeza, u originarse en cuadros de contaminación laboral o exposición laboral.

Como ilustración, veamos algunos ejemplos de trastornos del olfato y del gusto que escapan a los más conocidos:

- Olfato e infancia:

Todavía ignoramos el impacto que una anosmia (pérdida total del olfato), por ejemplo, puede tener sobre la nutrición, crecimiento y desarrollo de los niños. Pero vamos a destacar la importancia que tiene considerar la detección de trastornos olfatorios en edades tempranas. Por un lado, las alteraciones del olfato, en ocasiones, son sólo uno de los síntomas de otras enfermedades, coexistiendo, por ejemplo, con hipertrofia adenoidea, rinitis crónicas, desviaciones del tabique nasal o cualquier otra causa de obstrucción. A su vez, la obstrucción nasal, acompañada de la insuficiente función olfatoria, puede ser el origen de severos síntomas e incluso de trastornos del comportamiento. Estos incluyen mareos, cefaleas, ronquidos, sueño intranquilo, trastornos del aprendizaje. Es el típico chico que siempre está distraído, con sueño durante el día porque descansa mal de noche. Estas manifestaciones mejoran o desaparecen cuando se corrige la obstrucción nasal, beneficiándose la olfación.

Existe otro cuadro en que se presenta un retraso de la pubertad acompañado de ausencia congénita del olfato. En estos casos, el hallazgo precoz de una alteración olfatoria abriría un alerta con respecto al posterior desarrollo puberal.

En ambas situaciones, el trastorno olfatorio pone en evidencia otro, de igual o mayor severidad.

- Síndrome de la "boca que arde:

Con el nombre de síndrome de la boca que arde -o glosodinia- se denomina a un conjunto de síntomas desagradables (dolorosos) cuya manifestación es oral. Aunque se presenta también en hombres, es muchísimo más frecuente en mujeres, en particular en la pos menopausia. Los síntomas son: sensación de quemadura en la cavidad oral, sobre todo la lengua; trastornos del gusto y de la salivación. Suelen ser pacientes que deambulan por los consultorios de diferentes especialistas sin encontrar solución a sus problemas.

En diferentes centros de investigación del mundo, y también en nuestro país, se han desarrollado no sólo métodos de evaluación de estos sentidos, sino también de diagnóstico y tratamiento. Ello es la resultante de varios años de investigación clínica de pacientes llevada a cabo, en el caso de nuestro país, por el equipo de la Sección Olfato y Gusto del Laboratorio de Investigaciones Sensoriales.

Actualmente, en este equipo se desempeñan María Rosa García-Medina y Clara Zamora, doctora en Medicina -egresada de la U.B.A- la primera, y doctora en Química -graduada en la misma universidad- la segunda.

Las personas y/o instituciones que deseen comunicarse con ellas deberán dirigirse a: Laboratorio de Investigaciones Sensoriales, M.T. de Alvear 2202, Piso 4to., C.C. 53, (1453) Capital Federal; Tel./fax 961-9231.

(C) LIS - CERIDE

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