Dentro del LIS existe el Grupo de Sentidos Químicos (GSQ) que tiene un
Servicio de Prestaciones -único en el país- en el que se atienden pacientes con
trastornos del olfato y/o del gusto. Este es, precisamente, un aporte del GSQ
para que todos conozcamos sus tareas.
ENFERMEDADES QUE AFECTAN ESTOS SENTIDOS:
Los trastornos del olfato y el gusto pueden originarse en enfermedades de
suma gravedad como tumores, enfermedades por autoinmunidad o de la sangre.
Afortunadamente, esos casos son minoritaros. Pero, en los casos más
frecuentes, producen como mínimo un cambio profundo en la calidad de vida.
En este sentido no sólo afectan la percepción de los sabores -exponiéndose así
a toxiinfecciones de origen alimentario-, o la percepción de emanaciones
gaseosas de sustancias peligrosas, que es lo que siempre se menciona. El
reconocimiento de otras personas, la seguridad que nos provee el percibir el
olor de nuestro cuerpo y las sustancias eliminadas por él en términos de higiene
y de salud, el placer vinculado a los aromas agradables, son otras funciones no
menos importantes que pocas veces se tienen en cuenta.
Las alteraciones del olfato y del gusto se manifiestan como: una disminución
en la percepción, una pérdida completa de sensibilidad a olores y gustos, o una
percepción distorsionada. En ocasiones se pierde la capacidad de oler algunas
sustancias solamente; se trata de pérdidas parciales.
Las causas son múltiples. Puede tratarse de problemas locales como
infecciones, alergia, tumores. O bien deberse a afecciones generales: trastornos
hormonales, nutricionales, neurológicos, sanguíneos, intoxicaciones. Pueden ser
causadas por un golpe en la cara o la cabeza, u originarse en cuadros de
contaminación laboral o exposición laboral.
Como ilustración, veamos algunos ejemplos de trastornos del olfato y del
gusto que escapan a los más conocidos:
- Olfato e infancia:
Todavía ignoramos el impacto que una anosmia (pérdida total del olfato),
por ejemplo, puede tener sobre la nutrición, crecimiento y desarrollo de los
niños. Pero vamos a destacar la importancia que tiene considerar la detección
de trastornos olfatorios en edades tempranas. Por un lado, las alteraciones del
olfato, en ocasiones, son sólo uno de los síntomas de otras enfermedades,
coexistiendo, por ejemplo, con hipertrofia adenoidea, rinitis crónicas,
desviaciones del tabique nasal o cualquier otra causa de obstrucción. A su vez,
la obstrucción nasal, acompañada de la insuficiente función olfatoria, puede ser
el origen de severos síntomas e incluso de trastornos del comportamiento. Estos
incluyen mareos, cefaleas, ronquidos, sueño intranquilo, trastornos del
aprendizaje. Es el típico chico que siempre está distraído, con sueño durante el
día porque descansa mal de noche. Estas manifestaciones mejoran o
desaparecen cuando se corrige la obstrucción nasal, beneficiándose la olfación.
Existe otro cuadro en que se presenta un retraso de la pubertad acompañado de
ausencia congénita del olfato. En estos casos, el hallazgo precoz de una alteración
olfatoria abriría un alerta con respecto al posterior desarrollo puberal.
En ambas situaciones, el trastorno olfatorio pone en evidencia otro, de igual o
mayor severidad.
- Síndrome de la "boca que arde:
Con el nombre de síndrome de la boca que arde -o glosodinia- se denomina a un
conjunto de síntomas desagradables (dolorosos) cuya manifestación es oral.
Aunque se presenta también en hombres, es muchísimo más frecuente en mujeres,
en particular en la pos menopausia. Los síntomas son: sensación de quemadura en
la cavidad oral, sobre todo la lengua; trastornos del gusto y de la salivación. Suelen
ser pacientes que deambulan por los consultorios de diferentes especialistas sin
encontrar solución a sus problemas.
En diferentes centros de investigación del mundo, y también en nuestro país, se
han desarrollado no sólo métodos de evaluación de estos sentidos, sino también de
diagnóstico y tratamiento. Ello es la resultante de varios años de investigación
clínica de pacientes llevada a cabo, en el caso de nuestro país, por el equipo de la
Sección Olfato y Gusto del Laboratorio de Investigaciones Sensoriales.
Actualmente, en este equipo se desempeñan María Rosa García-Medina y Clara
Zamora, doctora en Medicina -egresada de la U.B.A- la primera, y doctora en
Química -graduada en la misma universidad- la segunda.
Las personas y/o instituciones que deseen comunicarse con ellas deberán dirigirse
a: Laboratorio de Investigaciones Sensoriales, M.T. de Alvear 2202, Piso 4to.,
C.C. 53, (1453) Capital Federal; Tel./fax 961-9231.
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