Premio
"Bernardo Houssay 2007"
Desde ahora, el té de matico, ampliamente consumido en Cuyo y provincias
vecinas, tiene un doble respaldo: la ciencia y la sabiduría popular.
Es una hierba que siempre se ha utilizado para aliviar dolores estomacales,
pero ahora se sabe con certeza que tiene efectos protectores sobre las
mucosas gástrica e intestinal. Así lo determinó una
investigación, premiada en el ámbito nacional, que realizaron
científicos de Mendoza y San Luis, quienes, a través del
Conicet (*), patentarán la técnica.
Las hojas y el tallo
del matico tienen sustancias activas que cumplen una función antigástrica.
Este trabajo fue realizado por el Instituto de Histología y Embriología
(IHEM) de
la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo
(UNCu) y el Instituto
de Tecnología Química (Intequi/CONICET)
de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad
Nacional de San Luis (UNSL). Ambas
instituciones obtuvieron el Premio Bernardo Houssay 2007, que anualmente
otorga el Centro de Estudios de la Industria Químico-Farmacéutica
de nuestro país. "La investigación interuniversitaria
comenzó hace quince años, y ahora busca dar un nuevo paso:
saber si el té de matico tiene un efecto antiinflamatorio",
explicó el Dr. Ramón Piezzi, director del Ihem y miembro
del equipo de trabajo.
Las propiedades;
el proyecto
"Se aislaron ocho sustancias bioactivas de las hojas y del tallo,
y pudimos comprobar que una de éstas -la dehidroleucodina- era
la más activa y resume una función antigástrica y,
posiblemente, antiinflamatoria", enfatizó el citado investigador.
El objetivo del proyecto premiado es producir, a partir de la planta de
matico, un nuevo fármaco que proteja las mucosas del estómago
y de los intestinos. "La investigación se enmarca en una línea
de trabajo denominada Principios Activos de Origen Vegetal. Este proyecto
incluye desarrollo experimental, el que ya tiene resultados promisorios.
Ha cumplido recorridos graduales dentro del campo de la farmacología
experimental, desde los niveles de investigación básica
original hasta diseños experimentales y propuestas de aplicación
y transferencias", destacó Piezzi.
Un
té de hierbas
Para llegar a estos resultados, los científicos probaron la infusión
en ratas. A un grupo de estos animales se les dio alcohol y se les produjeron
ulceraciones. Por otro lado, a otras ratas se les dio el té de
matico y luego el alcohol; estas últimas no tuvieron úlceras.
"Esto nos dice que el tradicional té de matico que, en general,
se recomendaba en el campo contra el dolor de panza, es realmente efectivo.
Inclusive en muchos sitios se lo usaba para curar heridas, aunque su efecto
cicatrizante no esté comprobado", argumentó el científico
mendocino. Asimismo, hizo hincapié en la importancia que tiene
trabajar sobre compuestos bioactivos de origen vegetal que refuerzan la
medicina del campo argentino.
Características
del matico (Buddleja globosa)
La planta puede llegar a medir hasta tres metros de altura. Sus hojas
son simples, opuestas, de hasta 15 cm de largo, aovado-lanceoladas y de
borde almenado; rugosas en el haz y felpudas en el envés. Su componente
más importante es el tanino. Otros constituyentes son varios tipos
de alcaloides, a los que se les atribuye un efecto relajador de la musculatura
lisa. Su principal propiedad medicinal es la de ayudar a la cicatrización
en todo tipo de heridas, sean externas o internas; de aquí deriva
su utilidad en el tratamiento de úlceras digestivas. Externamente,
su efecto benéfico sobre heridas de lenta cicatrización
es sorprendente, y esto es lo que ha contribuido en mayor medida a su
gran reputación.
Próximo
paso, la patente
Los científicos patentarán, a través del CONICET,
una técnica para que esto se pueda aplicar en las herboristerías.
"Este avance en ciencia básica llegará directamente
al público, aunque todavía no se sepa con precisión
cuándo será", aclaró el director del Ihem. El
galardón obtenido es un reconocimiento al esfuerzo del trabajo
integral, en los ámbitos científico y académico,
del equipo interdisciplinario constituido por químicos, bioquímicos,
farmacólogos, histólogos y médicos, investigadores
del Conicet, dirigidos por los Dres. Ramón Piezzi y Alicia Pennissi
(ambos de la UNCu),
y por el Dr. Oscar Giordano (UNSL).
Fuentes: Diario Los
Andes (Mza.), Prensa CONICET
e Infojardín. (*) Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Técnicas. Selección y adaptación: Lic. Enrique
A. Rabe (ACS/Conicet
Santa Fe)..
© Diario
Los Andes (Mendoza.) - CONICET
SANTA FE
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