LA MUJER DETRAS DE LA CIENCIA
Durante siglos, el papel de la mujer ha sido relegado a labores domésticas o de producción artesanal; se ha subestimado su capacidad de investigación, producción y creación en otros campos, como es el caso de las ciencias.
Pocas oportunidades: La participación de la mujer en la ciencia ha sido escasa por ciertos condicionamientos sociales que le han dificultado el acceso a la educación y al trabajo. Empero, ha logrado abrirse espacios en diversas disciplinas. En el campo científico, la mujer, históricamente, ha recibido poco reconocimiento. Se sabe que el hombre empieza a "hacer ciencia" ya en tiempos prehistóricos: la elaboración de herramientas es fruto de la observación, el recuerdo y la experimentación. Pero la mujer primitiva no hace menos: ella fabrica utensilios y acumula conocimientos sobre plantas comestibles y medicinales.
Mujeres, las primeras "botánicas": La Antropología siempre ha reconocido las habilidades y las herramientas de los "hombres cazadores". Y desde no hace mucho tiempo repara en las de las "mujeres recolectoras", una suerte de "botánicas" que aprendieron a reconocer plantas, les dieron nombre y descubrieron métodos para neutralizar o eliminar el veneno de algunas que, a no ser por eso, eran comestibles. Como la recolección de alimentos exige una concepción del tiempo, aprendieron a observar fenómenos celestes y a relacionarlos con las estaciones y la disponibilidad de determinados comestibles. Asimismo, desarrollaron instrumentos y "tecnología" para recolectar, preparar y conservar la comida, e inventaron el mortero y un molino para triturar semillas y granos. Esos instrumentos primitivos de cocción y preparación de alimentos pueden verse -actualizados- en los laboratorios modernos. La mujer recolectora descubrió propiedades medicinales en las plantas; aprendió a secar, almacenar y mezclar sustancias vegetales para tratar diversas enfermedades. Tal fue su aporte que, desde esta "botánica" prehistórica, no hubo mayores adelantos en la Medicina sino hasta el descubrimiento de las sulfas y los antibióticos en el siglo XX. Hipatia, la última científica de la Antigüedad En el siglo IV d. de C. nació Hipatia, considerada durante siglos la única mujer "de ciencia". Fue la última científica pagana del mundo Antiguo y desarrolló importantes trabajos en Algebra, Geometría, Matemática y Astronomía; se interesó en la Filosofía, Mecánica y Tecnología práctica. Diseñó un instrumento para medir el nivel del agua, otro para destilarla y un hidrómetro graduado, de latón, para determinar la densidad de los líquidos. Sus contemporáneos cristianos veían como herejía y maldad a las matemáticas y la ciencia, e Hipatia, partidaria del Racionalismo Científico griego -y pagana- fue muy combatida. Ella simboliza el fin de la ciencia antigua, pues no hubo adelantos importantes en Matemáticas, Astronomía o Física en Occidente durante los 1000 años siguientes a su muerte.
El aporte de otras mujeres Ana Comnena, erudita bizantina, autora de una obra sobre tecnología militar, tenía estudios en matemática, astronomía y medicina. Trotula fue famosa en la Europa medieval por su competencia en la medicina y la cirugía. Caroline Herschel, en el 1700, obtuvo reconocimiento en Astronomía por descubrir ocho cometas. Anna Morandi Manzolini, quien dictaba Anatomía en la Universidad de Bolonia, llenó el museo de la universidad con sus modelos anatómicos en cera. En el siglo XIX se destacó Sonia Kowalevsky, una científica rusa que fue la primera mujer que ingresó a estudiar matemáticas en su país...travestida, hasta que, demostrada su valía, hizo conocer su verdadera condición. Su aporte fue en el estudio de las ecuaciones diferenciales.
Principal dificultad: rol social de la mujer: En general, la mujer no ha incursionado de la misma forma que el hombre en el campo de la ciencia, lo que se atribuye a su rol social, habitualmente limitado al hogar y a los hijos. Por otra parte, sólo las aristócratas -es decir, muy pocas- tenían acceso a la educación. Pese a esto, hubo mujeres que sobresalieron pero no obtuvieron el reconocimiento social pues se acostumbraba a que los honores que ellas habían ganado fueran otorgados a los padres o esposos. Además, en el terreno de la ciencia, los colegios y las universidades no admitían mujeres, por lo que se abrieron escuelas para interesadas, por ejemplo, en estudiar Astronomía. Otro hecho destacable es que a las mujeres se les asignaban trabajos específicos y rutinarios, labores que exigían gran minuciosidad, pues se las creía buenas sólo en tales tareas. No se confiaba en su capacidad para proponer teorías sino solamente para ser ayudantes, nunca "cabezas visibles". Esto se dio a comienzos del siglo XIX y principios del actual.
Desde el 1900: Este siglo trajo cambios: la científica Marie Curie, química que trabajó con Pierre Curie (su esposo), físico y químico francés, fue una de las primeras mujeres reconocidas en el campo de la ciencia en esta centuria. Los Curie descubrieron el radio, elemento químico de una intensa radiactividad, y por ello recibieron el Premio Nóbel, en 1903 y 1911. Irene Curie (hija de Pierre) y Fréderic Joliot (su esposo) continuaron las investigaciones sobre la estructura del  tomo, y el descubrimiento de la radiactividad artificial les valió el Premio Nóbel en 1935. Hoy se destacan algunas mujeres científicas especialmente en Biología y Medicina. El conocimiento ha crecido tanto y es tan complejo el trabajo de formulación de nuevas teorías que ya nadie trabaja solo, sino en equipos, por ello hay muchas mujeres talentosas, parte de estos grupos, cuyos nombres todavía no se conocen. En Astronomía se destaca Vera Rubin, que fue la primera que postuló la existencia de la "materia oscura", es decir, hay mucha más materia en el Universo que la que emite luz, de la que se puede ver. Cada vez más, la mujer demuestra sus capacidades y habilidades en todos los campos del conocimiento. Sin embargo, aún quedan muchos resabios de machismo que obstruyen su carrera hacia el éxito y el reconocimiento. A veces, las mismas mujeres dudan de las capacidades de sus congéneres y acuden a consultas médicas con hombres, pues desconfían de las especialistas o cirujanas. Es decir que se hace necesario un cambio de actitud y mentalidad de toda la sociedad... El camino por recorrer todavía es extenso.

(C) Ciencia al Día, N° 063 (Colombia) -CERIDE