Desde Tierra del Fuego se controla el agujero de ozono
En los años 80 se descubrió este fenómeno atmosférico. Y el Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic; Ushuaia) es uno de los lugares donde se lo estudia.
Recordemos de qué se trata
El agujero de ozono es una pronunciada disminución -más del 50%- en la concentración de ozono sobre la Antártida y zonas vecinas, que comienza a fines del invierno y se prolonga durante la primavera. Finalizada ésta, los niveles de concentración de ozono vuelven a valores casi normales. Cabe recordar que este gas está presente en la atmósfera y detiene gran parte de la radiación ultravioleta B (UV-B), de consecuencias negativas para la vida.
Por su posición geográfica, Ushuaia -capital de la Provincia de Tierra del Fuego (TdF)- se halla afectada por el "agujero", pero no está en forma permanente bajo su influencia, es decir que los niveles de bajo ozono, y, en consecuencia, de alta radiación no son constantes durante toda la primavera en esta ciudad. El agujero pasa periódicamente sobre TdF, pero la mayoría de los días durante esa estación los valores de ozono y radiación son normales.
Debido a que el ozono y la radiación solar UV-B están inversamente relacionados, una disminución en la concentración de ozono produce un aumento en esta radiación. Cabe destacar que las variaciones de este gas afectan sólo la UV-B, y no las otras componentes de la radiación solar. Pero hay que tener en cuenta que la intensidad de la radiación aludida depende, también, de otros factores tales como:
* Angulo cenital solar: comúnmente llamado "altura del sol". Si todos los otros factores se mantienen constantes, cuanto más alto está el sol (menor ángulo cenital solar) mayor es la radiación recibida. Para un lugar dado, el sol está más alto a mediodía, y se va acercando al horizonte a la mañana y a la tarde. También está más "alto" en verano que en invierno; y más "alto" en los lugares de bajas latitudes (cálidos) que en los de altas latitudes (fríos). Es decir que, por ejemplo, en condiciones normales de concentración de ozono, e igualdad en los otros parámetros, la radiación es menor en TdF que en Buenos Aires. La variación del ángulo cenital solar hace que, en las latitudes más altas (lugares más fríos) la radiación tenga que recorrer una capa efectiva de ozono mayor, produciéndose, en consecuencia, una mayor atenuación de la misma. Como resultado de ello, la radiación en la superficie terrestre en el punto C es menor que en A y en B.
* Nubosidad: en general, las nubes atenúan la radiación solar. No obstante, en presencia de "cielo emparchado", es decir, cuando se presenta cierto tipo de nubes, la intensidad de la radiación puede ser hasta un 30% mayor que a cielo totalmente despejado, por un efecto de borde en las nubes.
* Altura: a igualdad de los otros factores, los lugares de alta montaña presentan radiaciones más altas que los lugares a nivel del mar.
* Albedo (reflexión sobre el suelo): los distintos tipos de suelos muestran una amplia variedad de porcentaje de reflexión de UV-B. Por ejemplo: el césped presenta de un 2 a un 5%; el asfalto, de un 4 a un 9%; el aluminio envejecido, 13%; el agua de mar, un 8% (aunque la presencia de espuma la puede elevar hasta un 30%); la arena seca, de 15 a 18%; y, finalmente, la nieve fresca llega a un 100% (si bien luego de dos días baja a un 50%).
* Distancia entre la Tierra y el Sol: la Tierra gira alrededor del Sol describiendo un recorrido en forma de elipse, encontrándose el Sol en uno de los focos. Por lo tanto, la distancia entre T y S varía a lo largo del año, siendo menor cuando se produce el verano en el hemisferio Sur que cuando es verano en el hemisferio Norte. Esto da como resultado una radiación de alrededor de un 7% mayor cuando es verano en el H. S., con respecto a la del verano en el H.N., y lo contrario ocurre en los inviernos.
* Aerosoles atmosféricos: la presencia de partículas en la atmósfera puede modificar la radiación en la superficie terrestre (por ejemplo, luego de una erupción volcánica se inyectan más partículas en la atmósfera).
Como resultado de la variación en el ángulo cenital solar y la distancia T-S, una misma concentración de ozono puede llevar a diversas situaciones en cuanto a la radiación resultante.
Ayer, hoy, mañana
A pesar de lo dispuesto por el Protocolo de Montréal (1987), y por sus posteriores enmiendas, limitando la fabricación y el uso de los Cloro-Fluoro-Carbonados (CFC), los informes científicos mostraron que, debido a la larga vida de estos compuestos, el "agujero" llegaría a su punto crítico alrededor de fines del siglo XX, y que se mantendría en una situación aproximadamente estable durante algunas décadas. Su recuperación comenzaría alrededor de 2030, y volvería al estado pre-agujero cerca de 2050. Sin embargo, si los niveles de algunos compuestos en la atmósfera, como el dióxido de carbono, crecieran, la recuperación a niveles pre-agujero se retrasaría, produciéndose recién alrededor de 2070.
En cuanto a la pasada temporada -setiembre, hasta principios de octubre-, el "agujero" exhibió un tamaño mayor que el que se venía observando. Sin embargo, después de esa fecha, el tamaño disminuyó marcadamente y se mantuvo menor al de 1999 y dentro del rango observado entre 1979 y 1992. De igual manera los valores mínimos de ozono registrados dentro del "agujero" se produjeron en forma temprana, recuperándose luego a valores más altos que en 1999.
Según la Organización Meteorológica Mundial ese incremento en el tamaño del agujero se debería principalmente a la influencia de factores meteorológicos, ya que las temperaturas muy bajas en la estratósfera, en presencia de las nubes estratosféricas polares, favorecen la destrucción del ozono. Pese a los bajos valores de ozono, los niveles de radiación (intensidad del Sol) observados en TdF no son mayores a los de lugares como Buenos Aires en pleno verano.
En lo que refiere al término de meses o años, la energía acumulada mensual y anual que recibe una persona en Ushuaia es menor, en promedio menos de la mitad, de la que recibe una persona en lugares como Buenos Aires (en lenguaje llano, la energía acumulada mensual o anual sería la "cantidad de sol" total que tomaría una persona si permaneciera bajo el sol desde el amanecer hasta el atardecer durante un mes o un año, respectivamente).
Por: Ing. Susana B. Díaz, del Laboratorio de UV y Ozono (Cadic-Conicet). Este laboratorio se creó en 1988, cuando por un convenio entre la National Science Foundation (NSF-EE.UU.) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) se instaló un espectro-radiómetro que forma parte de la Red de Monitoreo y Estudio de las variaciones de la radiación UV debidas al agujero de ozono. A esta Red la integran tres estaciones antárticas (Polo Sur, Mc Murdo y Palmer), una en Ushuaia (estas cuatro funcionan desde 1988), una en Alaska y una en San Diego (EE.UU.). Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe -Comunicación Social (Ceride/Conicet)-.

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