Perros chagásicos

A comienzos de siglo, Carlos Chagas(*) había descubierto que la enfermedad, transmitida por las vinchucas, también afectaba a otros animales. Desde la Universidad Nacional de Río Cuarto (Unrc), en la Provincia de Córdoba, se retomó esta idea para corrobar el hecho de que los perros no están exentos de contraer la Enfermedad de Chagas.

De manera idéntica que en el ser humano
Si bien el descubrimiento del Chagas en el perro data de hace muchos años, la importancia radica en que los canes pueden servir como modelo para el estudio de la enfermedad. Ellos sufren las mismas fases que el hombre: una aguda, una indeterminada y una miocarditis crónica. Además, su abordaje es relevante porque, al detectarse un perro serológicamente positivo (enfermo), se estaría ante un riesgo para la gente con la que convive, ya que puede haber vinchucas que lleven el Chagas a ese grupo humano.

Un equipo de investigadores detectó en Río Cuarto y zona la presencia de perros portadores de la enfermedad, a la vez que constató que en la cabecera departamental hay un perro cada seis personas, y que, entre esos animales, más de un cuatro por ciento está infectado de Chagas. La mayor cantidad de canes se concentra en las zonas periféricas, donde se ha encontrado hasta un nueve por ciento de perros con serología positiva.

El perro, agente denunciante
Los universitarios han encarado este estudio con el objetivo de conocer cómo se comporta el parásito dentro del organismo del perro, y afirman que hay una relación directa entre perros y seres humanos afectados. Esta aseveración surge de que, en los distintos lugares donde se ha hecho la investigación, la mayor cantidad de canes infectados ha tenido su correlato con la cantidad de personas enfermas.

En tal sentido, el médico veterinario José González**, director de estos estudios, asegura que "el perro es un agente amplificador. Es decir, es aquel animal que está muy cerca del hombre y que puede ser picado por una vinchuca, y esta misma picar al ser humano que está conviviendo con él. Esa es la importancia epidemiológica que tiene el perro respecto de otros animales silvestres".

Por eso se toma al perro como denunciante, ya que si se descubre uno serológicamente positivo sus amos también tienen probabilidad de ser positivos. Y esto no es así porque el perro pueda transmitir el mal al hombre, sino porque el animal, al haber sido picado por una vinchuca portadora de la enfermedad, está denunciando su presencia. De esta manera, se trata de descubrir la infección lo antes posible, en particular en aquellos seres humanos que están en contacto con animales infectados.

Lo padecen, pero no lo transmiten
Los canes no pueden transmitir el Mal de Chagas directamente al hombre, puesto que el agente transmisor, como ya se ha dicho, es la vinchuca. "Esto hace que consideremos que la lucha tiene que ir directamente a la educación sanitaria de las personas y a combatir el agente vector -la vinchuca-, que es la que va a infectar tanto a perros como a seres humanos", sostiene González.

Además, en zonas rurales se ha detectado el parásito en comadrejas, lauchas, peludos, piches y hasta en ganado caprino, debido a que el ambiente en que viven estos animales es favorable para el desarrollo del insecto. Sin embargo, el estudio se centra en los perros debido a que es el animal doméstico más cercano al hombre, con quien comparte el mismo hábitat.

Adaptación de la vinchuca
Este insecto, conocido científicamente como Triatoma infestans, ha ido adaptándose de manera paulatina: primero era un insecto silvestre; luego, peridomiciliario, y actualmente está en zonas urbanas, en lugares donde no se pensaba encontrarlo. Este proceso se llama "domiciliación". La enfermedad de Chagas es una zoonosis producida por el Trypanozoma cruzi (TC), de alta incidencia en Sudamérica y de endemia regional en nuestro país, y cuyo transmisor vectorial en la Argentina es el mencionado Triatoma infestans.

En nuestro país, la zona endémica alcanza hasta el norte de la provincia de Córdoba, pero se han conocido casos en humanos inclusive en Tierra del Fuego.

Cómo actúa el TC
El TC, parásito del Chagas, penetra en el organismo y produce, al principio, una afección aguda, que se manifiesta con fiebre y malestar, incluso con arritmias cardíacas debido a la inflamación de los tejidos del corazón. Pasada esa fase, la inflamación casi desaparece; se ingresa en la etapa asintomática, en la que no se manifiestan signos de la enfermedad, aunque las lesiones en el corazón siguen avanzando lentamente debido a una infiltración linfocitaria, que es una reacción inmunológica. Finalmente, en casi todos los casos, la suma de lesiones produce lo que se conoce como miocardiopatía chagásica crónica. En esta última etapa se manifiestan los signos clínicos que responden a una afección crónica.

En el hombre, como en los animales, la enfermedad puede llegar a ocasionar la muerte tanto en la fase aguda como en la crónica. Por ello, cuando los investigadores encuentran perros afectados de Chagas sugieren a las personas que conviven con éstos que se hagan análisis de sangre, a lo que se suma la verificación del lugar donde viven para detectar la presencia de vinchucas.

(*) Médico brasileño (1879-1934), especialista en patología tropical, quien en 1909 descubrió la tripanosomiasis que lleva su nombre.

(**) Facultad de Agronomía y Veterinaria – Departamento de Clínica Animal (Unrc).

E-mail: jisart@ayv.unrc.edu.ar

Fuente: Boletín "InterCiencia" (Unrc); Año III, N° 3 - abril de 1999.

Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe -Area de Comunicación Social del Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride - Conicet)-.

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