DEGRADACIÓN DEL PETRÓLEO Y DETERGENTES CON MICROORGANISMOS
La degradación de contaminantes no es nada nuevo;
la que sí es novedosa es la degradación del petróleo
y detergentes por medio de microorganismos. De
hecho, las grandes compañías petroleras
transnacionales se han interesado cada vez más en un
campo de estudio llamado la Microbiología del
Petróleo, que tiene, entre otras líneas de
investigación, la degradación microbiana de este
combustible fósil.
Si bien la degradación del petróleo y sus derivados
es un proceso natural, pero muy lento por la
complejidad molecular de sus compuestos, la
acumulación de los contaminantes en la biósfera va en
aumento debido a la utilización, por ejemplo, de
hidrocarburos como fuente de energía. Pero también
debido a derrames marinos de petróleo, por
accidentes, cada vez más frecuentes, de buques-
tanque; a derrames de petróleo crudo en las zonas de
donde se lo extrae; o a los múltiples talleres de
automotores que dejan al aire libre residuos de
derivados del "oro negro" y que carecen de métodos
de reciclaje.
Estudios actuales pretenden implementar una
tecnología que comprende la liberación de los
microorganismos al medio ambiente para llevar a
cabo "in situ", en el mismo lugar, los procesos de
recuperación de metales o la eliminación de
contaminantes, ya sean derivados del petróleo,
metales pesados o detergentes.
Una de las consecuencias más interesantes de las
investigaciones es que se ha logrado una colección de
microorganismos, aislados de fuentes petroleras, de
casi 200 variedades, que abren un enorme potencial
para estudiar el metabolismo de hidrocarburos del
petróleo con microorganismos nativos.
El obtener microorganismos capaces de crecer en
condiciones ambientales que puedan facilitar la
eliminación de contaminantes, y capaces de degradar
hidrocarburos, representa una serie de retos y
problemas como son las condiciones ambientales de
temperatura. Sobre todo, deben poder crecer y vivir
con petróleo como única fuente de carbono y energía
en condiciones de alta temperatura, salinidad y baja
tensión de oxígeno.
Para degradar detergentes se busca una especie de
Pseudomonas capaces de degradarlo. Un estudio
sostiene que la mayor parte de los detergentes de uso
doméstico e industrial utilizados en México se
preparan con derivados llamados "de cadenas
ramificadas" de alki-bencen-sulfonato de sodio;
moléculas muy resistentes a la acción de los
microorganismos y que causan un grave problema
ecológico de aguas y campos. De hecho, en muchos
países está prohibida su utilización, pero en el país
azteca continúa en aumento. Por eso es importante
encontrar los microorganismos que, en medio natural,
puedan degradar a niveles aceptables los
contaminantes que se acumulan y empeoran la
situación ambiental.
Esta molécula de los detergentes es orgánica y es
derivada del petróleo, y su uso desmedido causa
trastornos irreversibles en la calidad del agua y suelo.
Una solución sería que PEMEX (la enorme petrolera
estatal mexicana) dejara de producir los precursores
ramificados, pero, o no tienen la tecnología o no
quieren incrementar el costo del producto con
precursores lineales que son biodegradables.
Cabe señalar que los microorganismos del estudio
son de los géneros Bacilus y Pseudomonas, en
algunos casos modificados genéticamente y
manejados de tal forma que no causen daños a la
salud humana, es decir, que no sean patógenos; por
otro lado, se debe tratar de encontrar un
microorganismo que degrade a los contaminantes,
pues hay métodos que eliminan contaminantes pero
producen algo peor.
Por el momento, los investigadores han clasificado
algunos microorganismos capaces de crecer a
expensas de algún hidrocarburo; hasta ahora, se está
trabajando con Diesel. Los microorganismos
producen una enzima que degrada o rompe algún
enlace molecular de los compuestos y los utiliza como
fuente de carbono. Lo que para todos es un
contaminante, para el microorganismo es un alimento,
ya sea la molécula completa o parte de ella; o la
actividad propia del microorganismo en el ambiente
tiene la capacidad colateral de actuar sobre la
molécula indeseable, aunque no la pueda utilizar, pero
la modifica para que otro microorganismo, que exista
en el mismo medio, la utilice. De esta manera, existen
muchas posibilidades.
Hay que ver cómo actúan los microorganismos y
cuál es la factibilidad de usarlos. Al respecto, en
principio, se trató de obtener microorganismos
capaces de producir sustancias viscosas que ayudaran
a la extracción del petróleo, y se encontró un
organismo útil, pero es más importante en este
momento encontrar la degradación de los
contaminantes que obtener mayor cantidad de crudo.
El petróleo tiene cientos de sustancias diferentes en
proporciones variables, y se está trabajando para
encontrar un microorganismo ideal para la
degradación de los contaminantes mayoritarios, como
la gasolina. Por ello, en la actualidad, el grupo de
investigadores trabaja con el Diesel para después
intentarlo con los aceites lubricantes.
En cuanto a los detergentes, es un poco más fácil
pues se trata de un grupo muy definido de moléculas
no tan variadas como en el caso del petróleo. El
problema fundamental del detergente es su molécula
ramificada que cuenta con ramificaciones de átomos
de carbono, elemento difícil de descomponer.
Los microorganismos se han obtenido tanto de
pozos petroleros como de aguas negras o de tierra
contaminada de talleres de automotores. De acuerdo
a la experiencia de investigaciones de otros países en
microbiología, se señala que así se pueden encontrar
en la naturaleza, aunque no son muy abundantes.
Todos los microorganismos que se cuentan en el
laboratorio de microbiología se están sometiendo a
pruebas bioquímicas para caracterizarlos y saber bajo
qué condiciones pueden trabajar y reproducirse
mejor. Una vez que se tiene el microorganismo, se ve
el medio de cultivo en el que mejor se desarrolla de
acuerdo al medio ambiente en el que se lo va a liberar.
Este proceso es muy lento y a largo plazo, pues para
cultivar los microorganismos se necesitan, por lo
menos, ocho horas de "reproducción".
Si bien esta línea de investigación es abordada en
muchos países, sobre todo Estados Unidos y Europa,
en México se cuenta con condiciones diferentes.
Piénsese tan sólo en la temperatura ambiente en la
que se desarrollan y queremos que actúen: mientras
en esos países se trata de condiciones cercanas a los
0ø C aquí se habla de entre 18 y 25 øC. Por eso no ha
convenido esperar a que otros hicieran sus
microorganismos para luego comprárselos, pues en
tierras mexicanas no funcionarían.
(C) CERIDE - "Investigación Hoy"
(México)