III ENDICOM

 Comisión

Problemas teóricos y metodológicos en la Investigación en Comunicación.

Ponencia:

PARA UNA INTERPRETACIÓN DE LOS TEXTOS PERIODÍSTICOS DE DANIEL SALZANO

Universidad Nacional de Río Cuarto - 11 al 15 de octubre de 1999.

  

Lic. María Paulinelli

Escuela de Ciencias de la Información

Universidad Nacional de Córdoba

  

La relación cultura/sociedad nos conduce indefectiblemente a la problemática de la identidad. Quiénes somos, cómo no identificamos y al mismo tiempo cómo nos diferenciamos de los otros, constituyen los paradigmáticos interrogantes que todo grupo social se plantea.

Estos interrogantes alcanzan distintas posibilidades de formulación, justificados en ''el tipo de mirada'' o en el punto de vista elegido para estas consideraciones. De todas maneras constituyen una cuestión permanente en los estudios de las Teorías Sociales, que se explayan en variadas y disímiles formas de explicación y también de representación. Es en este punto, la representación de la conjunción sociedad/cultura con su correlativo diseño de identidad, donde formas periodísticas actuales buscan canalizar las posibilidades de interpretación del mundo en clara ruptura con las formas tradicionales de informar.

Las crónicas periodísticas Quienes y Cuándo de Daniel Salzano, publicadas en la página editorial de La Voz del Interior pueden ser consideradas como posibilidades distintas de representación e interpretación de la realidad social.

Decimos interpretación en su carácter de editoriales (pertenencia al Periodismo de Opinión en cuanto género periodístico) pero a su vez, decimos también representación en cuanto cómo y desde dónde se construye una mirada sobre la realidad social.

Los estudios de Alfred Shutz y Thomas Luckmann sobre las estructuras del mundo de la vida, en directa remisión con la fenomenología de Edmund Husserl, justifican y aún posibilitan la comprensión de estas formas de editorialización que suponen las crónicas mencionadas.

 

 

Descripción del corpus considerado.

  Como señalábamos, estas crónicas rotuladas bajo el título general de Quiénes y Cuándo, aparecen los días sábados en la página editorial de La Voz del Interior. Si bien el espacio que se le asigna dentro del medio implica cierta relevancia (comparte la voz autorizada del medio en su pertenencia a la página editorial), su inclusión tiene límites especificados de antemano: seis crónicas de extensión definida (entre 30 y 40 líneas) corresponden a los días de la semana: (de domingo a viernes) diagramadas en espacios independientes entre sí. Asimismo están acompañadas por una o dos ilustraciones a cargo de uno de los dibujantes del diario, Juan Delfini.

Ahora bien, el recuadro que corresponde a cada día, lleva un título que corresponde al ámbito de la realidad delimitado, además del día de la semana correspondiente. Cada historia tiene un comienzo y un fin en sí misma, por lo que, cada lector pueda acceder a cualquiera de ellas motivado por la diversidad de temas y situaciones consideradas.

Así por ejemplo los textos del 15 de agosto de 1998, toman como ejes: la desaparición física de Inés Allende, la ''dueña'' de cine de la calle 27 de Abril; la enumeración de hechos de la semana vinculados a situaciones de guerra y exterminio en el mundo; la presencia de Dolina en la madrugada de las noches cordobesas; la figura de Henry Ford y su trascendencia en la vida cotidiana de los hombres antes y ahora; un monólogo de Hillary aconsejando a Bill como actuar frente al interrogatorio de Starri; finalmente otro monólogo en el cual el cronista repasa momentos de su niñez en el que los cálculos eran una apuesta a la casualidad y a la fantasía. Las referencias ''reales'' se encolumnan con la presencia del periodista que mediatizada de esta manera, las diversas facetas de la realidad considerada, pero, a su vez, rompe la ''actualidad del acontecimiento'' para proyectarlo en múltiples tiempos: presente/pasado y también el tiempo cronológico/el tiempo de la memoria y el recuerdo.

Hay, pues, una libertad de opción que se traslada del periodista al lector en ese producir, criticar, cambiar, en la diagramación de la voz editorial de una semana, en esa construcción de la realidad que se propone en un proceso intersubjetivo: el de la enunciación y recepción activos, simultáneos e intercambiables. Este proceso intersubjetivo implica (como hemos visto en la consideración de la publicación del 15.08.98) una heterogeneidad referencial que permite construir una realidad desde la objetividad de la información, pero también desde la subjetividad de quién escribe en una consideración de la totalidad. Totalidad que se ratifica en la pluralidad de información sobre contextos distintos: espacios, tiempos, pero también categorías diversas como: ficción/realidad, universalidad/particularidad, etc. A la información legitimada (por las agencias noticiosas, por el lugar que ocupan los sucesos cronicados en el diario) se le suman aquellos acontecimientos que no son noticia pero que, sin embargo, integran la memoria colectiva. Salzano -entonces- en la diagramación de este mapa editorial de una semana, se coloca como el sujeto enunciador que -en una relación subjetiva con el/los posibles lectores- propone una lectura en lo reconocido para plantear nuevos actuantes (Quiénes) pero también un tiempo pluridimensional en la convergencia de distintos tiempos que rompen la linealidad de la cronología (Cuándo). Un tiempo en el que desaparece la actualidad del suceso para ramificarse en la diversidad de tiempos que confluyen, proponiendo otras versiones que resultan de la intersubjetividad del proceso de construcción de la realidad que es la enunciación/recepción de Quiénes y Cuándo.

 

Posibles vías de acceso para la interpretación.

Señalábamos la búsqueda de una totalidad en esa diagramación de Quiénes y Cuándo. Nos preguntamos: ¿Desde dónde Salzano propone esa búsqueda de la totalidad? Podemos afirmar que desde los fundamentos mismos que constituyen al mundo de la vida. Es decir, del re-conocimiento de un ámbito en el cual ''puede construirse un mundo circundante común y comunicativo'' (Shutz y Luckmann 1977, 25).

Explicitemos: circundante es esa síntesis de lo local/global que representa una contemporaneidad mediata e inmediata que se ratifica en ese sentido de lo común y comunicativo: enfatizado por la referencialidad cotidiana, pero también por una enunciación que privilegia el uso del performativo, no sólo como construcción discursiva sino básicamente en el reconocimiento del yo-tú como sujetos del proceso de comunicación resultante.

Por eso, señalábamos la remisión permanente a un espacio: Córdoba, la ciudad, no es tanto descripto, sino como vivido y testimoniado. Este espacio -en la pluralidad de tiempos contextualizados- permite leer otras realidades en una complejidad de la interacción global/local, en esa tensión permanente entre la universalidad de la contemporaneidad y la particularidad del ámbito diagramado. Salzano parte -pues- de este fundamento incuestionable, de ese marco presupuesto para diseñar su realidad -así por ejemplo: Ford recordatorio de su muerte- no sólo involucra aspectos cotidianos de su biografía unidos al reconocimiento como hombre público, sino que traslada esta injerencia a las transformaciones culturales que supuso su invento. Señala así la presencia cotidiana de los ''Ford'' en los pueblos del Sur de Córdoba pero también en la síntesis que implica en el plano irreal la conjunción de Fangio y la fantasía de los ruidos de los autos al correr. Es decir: distintos espacios y tiempos, hilvanados en las diversas categorías de representación que apelan a un conocimiento previo, a la existencia de un mundo compartido. De allí el carácter intersubjetivo de esta realidad construida en ese reconocimiento de la existencia ''no sólo de manera corporal entre objetos, sino más bien como dotados de una conciencia que es esencialmente igual a la mía''. (Shutz y Luckmann 1977, 126).

Esto se visualiza por y en El Cine, que hace referencia a la existencia de uno en particular -el de la calle 27 de abril- en una apelación a un espacio y a una realidad previamente conocida y aceptada: las implicancias de la asistencia a sus proyecciones, los perros intrusos, el público asistente, etc., es decir, que hay un esquema de referencia que permite la explicitación de ese mundo y que incluye el reconocimiento de la existencia corpórea de otros hombres pero con conciencias esencialmente similares que posibilitan relacionarse y comunicarse.

Ahora bien, como señalan Shutz y Luckmann ''esa explicitación y comprensión del mundo, se basa en todo momento en un acervo de experiencia previa, tanto de mis propias experiencias inmediatas, como de las experiencias que me transmitieron mis semejantes y sobre todo mis padres y maestros''. (1977, 28) De allí la permanente referencia a los valores de una generación (fácilmente reconocible como ''de la década del sesenta'') y a las prácticas resultantes: la construcción de utopías basadas en el desarrollo de la Modernidad como propuesta: la idea de justicia, solidaridad, transformación social, etc. Esto explica el uso relevante la segunda persona en una apelación al lector-receptor como el trabajo sobre el tiempo y sus diversas inclusiones: la recuperación del tiempo de la memoria que horada la linealidad del tiempo cronológico confiriéndoles distintas perspectivas. De allí el sentido de permanencia de un mundo formado por las propias experiencias y la de los otros que justifica y explica el ''y así sucesivamente de Husserl'' con su correlato de ''siempre puedo volver a hacerlo'' y que justifica el carácter de estos textos como editoriales: para cuestionar y así transformar la realidad. Es decir ''ambas idealizaciones y los supuestos acerca de la constancia de la estructura del mundo que en ella se basa -la validez de mi experiencia anterior, y por otra parte, mi capacidad de operar sobre el mundo- son aspectos esenciales del pensamiento dentro de la actitud natural'' (Shutz y Luckmann 1977, 29) Por lo tanto, la conformación de las estructuras pero también los objetivos que llevan a ese reconocimiento ratifican los fundamentos del mundo de la vida. Mundo que pone límites a la acción de cada uno y a la acción recíproca entre sujetos. Pero, en el cual actuamos y con la posibilidad de actuar sobre él. Un motivo pragmático en ese poder modificar el mundo pero ser a su vez modificados por él. Los textos de Salzano inquieren permanentemente esta posibilidad de modificar y reiterar una y otra vez cómo hemos sido modificados. Así por ejemplo, resulta paradigmático en ''Cálculos'' como finaliza, expresando: ''Nunca, nunca, nunca has podido olvidarlo'' refiriéndose al valor casual dado a los números en una retransmisión de las experiencias maravillosas de la infancia.

 

Flujo y experiencia: lo presupuesto y lo problemático.

''El acervo de conocimiento correspondiente al pensar dentro del mundo de la vida no debe entenderse como un contexto transparente en su totalidad, si no más bien como una totalidad de evidencias que cambian de una situación a otra, puestas de relieve en un momento dado por un fondo de indeterminación. Esta totalidad no es captable como tal pero está co-dada en el flujo de la experiencia como cierto fundamento confiable de toda explicitación situacionalmente determinada''. (Shutz y Luckmann 1977, 30) De allí el carácter discontinuo del valor de las experiencias sujetas a explicitación en la reconsideración de lo presupuesto para la solución de la problemática. Esto explica la importancia de la re-explicitación y justificaría lo que venimos señalando en el caso de los textos de Salzano: como forma de interpretación a partir de los fundamentos del mundo de la vida, lo presupuesto permite la explicitación pero también sucede que: ante una nueva situación planteada, lo presupuesto ''estalle'' y, por tanto, deba ser cuestionado. De allí la explicitación de la experiencia que interrumpe el curso de la cadena de evidencias. Salzano vuelve una y otra vez sobre ambos procesos, avanzando en nuevas explicitaciones que en el caso de situaciones prácticas implican la conjunción de normas habituales o recetas de marcado sentido social. Vemos que la lectura de los textos de Quiénes y Cuándo insisten sobre el valor del sentido, la transmisión de lo explicitado. Todos los actos se refieren a un sentido que explicitable y debe ser explicitado. De allí su inclusión en el mundo de la Cultura pero con un fuerte carácter histórico enmarcado dentro de esa categoría intersubjetiva a que hacíamos referencia. Por eso podemos hablar de la institucionalización de la acción en encuadres sociales que marcan la historicidad del mundo social.

Pero a su vez, están orientados a un futuro, en cuanto a la posibilidad de modificación. Implican, también la conexión con un pasado y un presente. Esto nos remite a otro concepto fundamental que es el flujo como forma de la temporalidad. Habíamos explicitado el trabajo sobre el tiempo que se da en los textos de Quiénes y Cuándo, enfatizado en la convergencia de distintos tiempos que rompen la linealidad del tiempo cronológico. Un tiempo en que desaparece la actualidad del suceso para ramificarse en la diversidad de tiempos que confluyen. Como veíamos en los textos considerados la referencialidad no se ajusta a los acontecimientos inmediatos, sino que se superponen con hechos pasados. Por otro lado hay un tiempo mediatizado en el recuerdo del periodista o enquistado en los mil rostros de la memoria colectiva. De allí la riqueza y multiplicidad de un tiempo que resulta ya no la única versión (en clara consonancia con la transformación del sentido de objetividad) sino una más entre otras. Un tiempo proyectado al futuro en la posibilidad de modificación que supone su explicitación, pero desde un ahora que se asienta a su vez en un antes. Es que ratificamos la afirmación de Husserl: ''ningún ahora es definitivo, es el surgimiento característico del flujo originario de la temporalidad''. (1959, 39). Pero a su vez señalamos que: ''la estructura del tiempo del mundo de la vida se construye allí donde el tiempo subjetivo del flujo de la conciencia (de la duración interior) se interseca con el ritmo del cuerpo como tiempo biológico en general, y con las estaciones como tiempo del mundo general, o como calendario o tiempo social''. (Shutz y Luckmann 1977, 64) Esta conjunción de tiempos conlleva -por un lado- la incongruencia de las diversas dimensiones temporales pero también una estructura objetiva de simultaneidad y sucesión que explica ese carácter de ''flujo''. El concepto de tiempo como continuidad absoluta.

Ahora bien, la temporalidad es el modo de la intencionalidad. Siguiendo nuevamente a Husserl, podemos hablar de dos formas de intencionalidad: ''una intencionalidad longitudinal que asegura el tránsito de un campo de presencia a otro y actúa en un plano de inmanencia''. (1959, 28) Las percepciones son estas unidades permanentes que están constituidas por contenidos en conexión fluyente. A su vez, constituyen la materia de una nueva aprehensión de la intencionalidad transversal. ¿Qué es esta? Es un nivel de constitución más complejo, asegura la unión de los objetos trascendentes. Es que la unidad de conciencia se produce en dos niveles: inmediato y mediato (en el recuerdo). Esta unidad es identificable a través de manifestaciones sucesivas (de donde el nombre de transversal) aún si son discontinuas. Los textos de Salzano parten de una percepción directa de un acontecimiento o hecho que remite a otros acontecimientos. Pero en la reexplicación -que en la mayoría de los textos se da- aparece esa intencionalidad transversal en la constitución del recuerdo reflexivo. Ratificamos ''ambas están inseparablemente unidas como dos fases de una misma y sola cosa: la edificación de la percepción o del campo de presencia y la constitución del recuerdo reflexivo''. (1959, 33) Estas ''intencionalidades'' explican ese carácter del flujo permanente de la temporalidad como un rasgo distintivo de la construcción de la realidad de Quiénes y Cuándo.

 

A manera de conclusión.

Es posible abordar otros elementos en la configuración del mundo de estos textos considerados que escapan a los límites de este trabajo.

Señalemos que los fundamentos explicitados ratifican esa posibilidad de construcción de la realidad a partir de una Teoría Social que recupera el valor de los interdisciplinario pero que enfatiza la interacción Cultura y Sociedad como la puesta en funcionamiento de los actores sociales. Salzano no incide en esta forma de construcción, en la elaboración de estos textos que aparecen como propuestas diferentes en el ámbito de la información; que ya no es el resultado de la objetividad en el reflejo de los sucesos, sino como una construcción social de sentido. Construcción que reconoce los fundamentos de un mundo circundante, común y comunicativo.

María Paulinelli

 

Bibliografía.

 _ HUSSERL, Edmund: Fenomenología de la conciencia del tiempo inmanente. Editorial Nova, Bs.As., 1959.

 _ MARTÍNEZ ALBERTO, José Luis: La noticia y los comunicadores públicos. Editorial Pirámide, Madrid, 1978.

 _ SHUTZ, Alfred y LUCKMANN, Thomas: Las estructuras del mundo de la vida. Editorial Amorrortu, Bs.As., 1977.

 _ VERÓN, Eliseo: Contruir el acontecimiento. Editorial Gedisa, Barcelona, 1983.