Desarrollos locales en biodiesel |
Entrevista con Carlos Querini*, quien investiga sobre este combustible en el Instituto de Catálisis y Petroquímica (Incape) de nuestra ciudad.
El biodiesel (B) resulta de la reacción entre un aceite o grasa, y un alcohol.
De manera que el B también puede elaborarse a partir
de grasas animales...
Así es, y si bien en la Resolución 129 de la Secretaría de Energía y Minería de la
Nación, de julio de 2001, solamente se contempla el B originado en aceites vegetales,
creo que se trata de una limitación innecesaria a la producción de un combustible a
partir de algunas grasas animales, materias primas de muy bajo valor. Por eso estamos
trabajando en relación con las mismas.
¿En qué lugar?
En Esperanza, en la empresa "Biofe" SA, donde desde los inicios del proyecto
hemos buscado poner a punto el funcionamiento de la única planta continua que opera en el
país. En la primera parte del estudio se logró obtener el combustible utilizando aceite
de soja como materia prima, ateniéndonos a la Resolución 129. Pero luego trabajamos en
la búsqueda de las condiciones operativas para utilizar las grasas mencionadas, de menor
valor que el aceite. Al respecto, el problema actual por resolver es el desarrollo de
procesos para esas grasas, de alto tenor de acidez.
La situación económica, ¿favorece al B vegetal o
al animal?
En 2001, los precios relativos despertaron el interés de las cooperativas de productores
de cereales en el B, por ser de menor valor que el gasoil. Hoy, esos precios relativos se
invirtieron y la producción del B a partir de aceites vegetales no es competitiva. La
alternativa es el uso de grasas animales de bajo valor.
El grupo que usted dirige, ¿está transfiriendo
tecnología?
Sí; tenemos convenios con tres empresas: la situada en Esperanza -que ya nombré, y con
la que más trabajos hemos realizado-; BioCom, que produce el combustible para el
Frigorífico Paladini, y la consultora de Enrique Lasgoity. Y en trámite hay un convenio
con la empresa Recomb, de Arroyo Seco. Los trabajos que realizamos cubren el desarrollo de
procesos, los análisis según las normas de la resolución mencionada, y la formación de
recursos humanos de esas empresas, que se capacitaron en nuestros laboratorios.
Producida la reacción química, ¿qué otro producto
se obtiene además del B?
La glicerina, de alto valor agregado, que se debe purificar para comercializarla
y aplicarla en productos alimenticios, cosméticos, jabones, explosivos, entre otros.
El B, ¿respetará el ambiente?
Sin dudas; desde el punto de vista ambiental, y comparado con el petrodiesel -de origen
fósil- tiene una ventaja enorme. En primer lugar, el ciclo de carbono es cerrado, es
decir, el dióxido de carbono que se produce en la combustión del B se consume por la
planta de soja en su crecimiento (fotosíntesis). Cabe recordar que el dióxido de carbono
es el responsable del efecto invernadero, por lo que este solo hecho es de por sí
relevante para el futuro del planeta. Por otro lado, es muchísimo menos tóxico que el
petrodiesel y fácilmente biodegradable. La toxicidad es menor que la de la sal de mesa, y
la biodegradabilidad es como la del azúcar. Desde el punto de vista de las emisiones en
los gases de escape de los motores diesel, no hay diferencias significativas entre los dos
combustibles. Mientras que, en algunos aspectos, el uso del B es favorable -por ejemplo,
en la emisión de partículas o humo, hidrocarburos, monóxido de carbono, aldehídos-, en
otros es desfavorable, ya que aumenta levemente la emisión de gases de nitrógeno.
¿Qué paso falta dar para comercializar este B
animal?
Podría comercializarse hoy si el precio fuera competitivo, y para que lo sea en este
momento se debe modificar el proceso de producción a fin de usar grasas de bajo valor.
(*) Rafaelino; ingeniero químico y doctor en ingeniería química (FIQ-UNL). Es
investigador del Conicet y profesor en la UNL. Entrevistó: Lic. Enrique A. Rabe,
ACS/Ceride.
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publicado el 6 de julio de 2002