EL DISCRETO ENCANTO DE LA SEDUCCIÓN (*)
¿Qué es la atracción? ¿Por qué decimos que hay "química" entre determinadas personas? Ese irresistible "objeto del deseo", ¿por qué se produce y domina a los pobres mortales, más allá de toda lógica humana?
Las feromonas (porque de ellas se trata...)
Éstas son sustancias esenciales para la supervivencia de las especies. Se hallan no sólo en animales primitivos en la escala filogenética(**) sino también en los más evolucionados, como los primates, y, dentro de ellos, en el hombre (Homo sapiens). Tampoco son del dominio exclusivo de los animales: el reino vegetal también las posee, y en él reciben el nombre de fitohormonas
Pero, ¿para qué sirven?, ¿qué hacen las feromonas?
Estas sustancias, transmitidas a través de los fluidos (el aire o el agua que media entre dos seres vivos), llevan, de un individuo emisor a uno receptor, un mensaje específico. Este mensaje se refiere, en todos los casos, a situaciones que aseguren la supervivencia (existencia de alimento, alerta para la defensa y/o ataque, y disposición para la reproducción, que permite la perpetuación de la especie).
En los animales inferiores y en las plantas, que carecen de otros medios de expresión más refinados y complejos como el lenguaje, la visión y el oído, estas sustancias prácticamente son las únicas responsables de la preservación de la vida de una especie.
Sin embargo, en el hombre, que dispone de otras formas más exquisitas de comunicar sus necesidades y decisiones a sus congéneres, las feromonas son indispensables en situaciones límite. Esto es especialmente útil si se considera que el desentendimiento y la incomprensión de otros mensajes entre los sujetos, llevaría, tarde o temprano, a la extinción de la Humanidad. Así, y aunque no nos guste, debemos reconocer que, por un mecanismo de memoria genética a lo largo de las generaciones, conservamos aspectos primitivos, y que son éstos los que, en definitiva, hacen que el Homo sapiens aún habite la Tierra en vísperas del tercer milenio.
¿Dónde se producen y cuál es su naturaleza química?
En los ratones, por ejemplo, la mayor fuente de feromonas es la orina. En el Homo sapiens, en particular, se secretan (o segregan) también en el sudor, la saliva, el aliento y las secreciones de los órganos genitales. Químicamente, este tipo de sustancias deriva, en su mayoría, de esteroides (***).
Rol en la organización social
Estos compuestos, o feromonas, indican el estado social y reproductivo de quien las produce y secreta. De este modo, transportan la información requerida a la hora de elegir el individuo adecuado para aparearse y conservar la especie. Muchos animales macho, como los ratones, generalmente delimitan su territorio con orina, y la micción es, de por sí, una respuesta de índole social ante la presencia de otro individuo de la misma especie (o conespecíficos), usualmente denominados congéneres.
Y, sin embargo, no tienen olor
Si bien los seres humanos percibimos el "olor" de la orina, éste es debido a la presencia de aminas y compuestos órganosulfurados que le otorgan su característico aroma "sui generis" (del Latín, "de su especie"), al decir de un bioquímico que se precie de tal. Luego, las feromonas carecen de olor y no son reconocidas por nuestro olfato.
¿Dónde actúan?
Su órgano blanco, es decir, aquél en donde se encuentran los receptores capaces de reconocerlas específicamente y transducir (o convertir) su mensaje en otro tipo de energía (neuroquímica y electroquímica) es el órgano vomeronasal (OVN). Pero he aquí una aparente paradoja: el OVN es sumamente pequeño (dos cavidades, de 1 a 2 cm, a ambos lados del hueso vómer que conforma el tabique nasal) en el Homo sapiens, a diferencia de animales más primitivos en los cuales su tamaño alcanza dimensiones macroscópicas (varios centímetros).
Y, si bien el tamaño no hace a la importancia de la función de un órgano, ¿por qué disminuye a lo largo de la escala filogenética? Una de las hipótesis científicas más consistentes postula que, con la evolución y la aparición de una variedad muy rica en modos de comunicarse, conviene, no obstante, retener en la memoria genética, a través de las generaciones, la información de un mecanismo que, por primitivo, es siempre idéntico, siempre se cumple y constituye una válvula de seguridad para conservar la especie. Este mecanismo es, a su vez, el pilar sobre el que se elaboran modos de comunicación más refinados que hacen a la belleza, la estética y la calidad de vida individual y social.
¿Cómo se supo?
Su existencia pudo demostrarse fehacientemente en la década de 1980 mediante experimentos electrofisiológicos. Científicos norteamericanos, en la Universidad de Utah, insertaron microelectrodos en el OVN y pudieron registrar cambios de voltaje en sus células. Esos cambios de voltaje eran más intensos, y la onda eléctrica tenía una forma característica, cuando el OVN en estudio pertenecía a un individuo de sexo opuesto al de aquél que proveía el estímulo específico, es decir, la feromona.
Lo cierto es que el OVN es mucho más importante en el humano de lo que se había estimado. Pensemos, pues, en qué sería de la supervivencia humana, fundamentalmente sustentada por mecanismos de reproducción, búsqueda del alimento, defensa o huída y ataque (aunque parezca primitivo, al igual que en un roedor, en una mosca, o en una abeja), si sólo se debiera a la transmisión de mensajes por medio del lenguaje. Sin dudas, las interpretaciones y las percepciones individuales subjetivas, las creencias y lo cultural, si bien constituyen modos más exquisitos de interrelacionarse, ejercerían probablemente efectos devastadores sobre la vida en la Tierra, y conducirían, en poco tiempo, a la extinción de la especie. Así, un mecanismo primitivo e instintivo asegura la reproducción y supervivencia, independientemente de factores psicológicos o culturales.
Un ejemplo concreto: ya no habría atracción, ni ese "sexto sentido". Aunque éste sea realmente un mito, pues no sólo hay cinco sentidos estrictamente hablando. Depende, en todo caso, de qué entendamos por sentidos. Pero de esto ya hablaremos otro día.
(*) Por la Dra. Matilde Otero Losada, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Laboratorio de Investigaciones Sensoriales (LIS), de la Capital Federal.
(**) Escala del desarrollo de la evolución de las clases o tipos de animales y plantas.
(***) (Bioq.) grupo de compuestos que comprende, entre otros, las hormonas sexuales y los ácidos biliares.
Adaptación: Lic. Enrique A. Rabe –Área de Comunicación Social del Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride)-.
LIS – CERIDE