Tecnología y trabajo solidario al servicio de la gente

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El impacto que produjo la inundación en Santa Fe, debido a la cantidad de personas afectadas y al nivel alcanzado por el agua dentro de la ciudad, despertó el espíritu solidario de los argentinos que se movilizaron para satisfacer las necesidades más inmediatas planteadas por la emergencia.

- El Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride), asociado al Ejército Argentino, al Gobierno de la Provincia de Santa Fe y a la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (SeCyT) se hizo eco de esta situación asegurando la provisión de 11 mil raciones de alimentos fortificados, 48 horas después de producida la catástrofe. Y aunque la diligencia en las acciones fue un factor importante en las primeras semanas que siguieron al desborde del río Salado, la planificación actual de la producción (5 mil raciones diarias), y la mano de obra voluntaria de profesionales y técnicos del Ceride, UTN, UNL, CGT y de estudiantes y profesionales mendocinos, permiten garantizar el suministro de los complementos nutricionales hasta fin de año.

Alimento fortificado para asistencia social
El producto que se está elaborando en las instalaciones del Parque Tecnológico del Litoral Centro (PTLC) fue desarrollado por ingenieros del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA) que tomaron como base la modalidad de comida deshidratada cuya oferta -en variedades y sabores- se encuentra disponible en los supermercados. Pero, a diferencia de los productos comerciales, el valor agregado de los alimentos que se destinan a los afectados por las inundaciones está dado por el enriquecimiento de los mismos con los nutrientes cuyo consumo es deficitario en las poblaciones de menores recursos: proteínas, hierro y calcio.
Así, fideos y arroz a la crema con proteínas lácteas, polenta fortificada y guiso de lentejas, de fideos, de arvejas y de arroz, son las siete variedades de comida de alto valor nutricional que sólo requieren ser hidratadas en agua y cocinadas para su consumo. La porción -estimada en 450 gramos- aporta 485 kilocalorías y su costo varía entre 30 y 50 centavos (de acuerdo al menú), lo que maximiza las ventajas de este alimento que no sólo satisface los requerimientos de una dieta sana sino que representa una opción económica susceptible de ser implementada en comedores escolares y comunitarios.
Para facilitar su empleo, los alimentos se envasan en paquetes de 5 raciones para el consumo familiar, y de 20 para el uso institucional. La distribución gratuita de los complementos nutricionales a los centros de evacuados se centraliza a través del Comité de Emergencia y de organizaciones sociales reconocidas.

Mucho más que una Super Sopa
El complemento nutricional no es un desarrollo innovador pero sí altamente nutritivo ya que la materia básica (arroz, fideos, arvejas, lentejas, etc.) está enriquecida con texturizado de soja, huevo en polvo, concentrado proteico de suero y con las proteínas que provienen de las legumbres.
A diferencia de la Super Sopa elaborada en Curitiba (Brasil), los alimentos fortificados que se producen en el PTLC aportan el equivalente a 100 gramos de carne (transformándose en un alimento fundamentalmente proteico), contra 6 gramos que contiene el producto brasileño. A este beneficio nutricional se le suma otro de tipo operativo, ya que el proceso de producción de los complementos nutricionales es más sencillo que el de la Super Sopa: sólo se requiere de balanzas, mezcladoras y envasadoras porque se trabaja con materias primas y aditivos (particularmente saborizantes) deshidratados. En cambio, la sopa brasileña exige el lavado, cortado y preparado de las verduras en equipos adecuados para luego concentrarlas, enlatarlas y esterilizarlas, con el perjuicio de que, en la fase de esterilización industrial -que se realiza a 120° C-, se pierden algunas de las propiedades nutricionales de los alimentos.

Empresas e instituciones solidarias
Aunque la producción de las raciones alimentarias se solventa con un subsidio de $ 70 mil, provenientes de la SeCyT y asignados a la Fundación Gral. D. Manuel Savio, muchas empresas e instituciones han donado insumos y puesto a disposición su personal y asesoramiento. El Gobierno de la Provincia de Santa Fe, Bolsafé Valores S. A., Ceride, Compañía Avícola S. A., Alimentos Ceapé, Siderca-Tenaris, Siderar, Galletti Hnos., Dagametti Gas, Leiner Davis Gelatin, Cablevisión S. A., Cricyt (Mendoza), U.T.N. (Mendoza), ITA y PTLC son las empresas y organismos que han demostrado solidaridad y compromiso social.

Proyecto original
La producción de complementos nutricionales está enmarcada dentro del Convenio General de Cooperación rubricado entre la SeCyT (durante la gestión anterior, a cargo del Dr. Julio Luna) y el Ejército Argentino. El objetivo que se perseguía era articular y maximizar el uso de los recursos humanos y materiales, aprovechando el aporte de los investigadores para la formulación de productos fortificados y la infraestructura de la institución castrense, que al estar diseminada a lo largo y a lo ancho del país puede operar como unidad centralizadora y distribuidora de los alimentos. Sin embargo, a raíz de la emergencia hídrica, se modificó sobre la marcha el proyecto inicial que preveía la fabricación de 250 raciones diarias destinadas a tres Centros de Atención Familiar (CAF) y a dos centros de ancianos de la ciudad de Santa Fe durante tres meses. Pasada esta etapa, estaba previsto ampliar la cobertura de este Plan Nutricional a todo el país.

© PTLC - CERIDE

publicado el 19 de julio de 2003